La Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA) investiga si se usaron documentos falsos o incorrectos para verificar la autenticidad del titanio empleado en algunos aviones fabricados recientemente por Boeing y Airbus.
El New York Times informó que la FAA también examina la autenticidad de los documentos del titanio utilizado en algunos aviones de Airbus. La demanda de nuevos aviones aumenta debido al repunte de los viajes post-pandemia, pero los problemas en la cadena de suministro y la escasez de componentes limitan la capacidad de los fabricantes para satisfacer esta demanda.
El titanio es fundamental en la fabricación de trenes de aterrizaje, álabes y discos de turbina para aviones. La FAA señaló que Boeing informó voluntariamente sobre la adquisición de material a través de un distribuidor que podría haber proporcionado registros falsificados o incorrectos. Además, Boeing emitió un boletín para que sus proveedores estén atentos a la posibilidad de documentación falsificada.
Boeing declaró que el problema afecta a toda la industria y que algunos envíos de titanio recibidos por un número limitado de proveedores han afectado a un pequeño grupo de piezas. La compañía asegura que retiró dichas piezas de los aviones antes de la entrega y que no hay impacto en la seguridad.
Airbus señaló estar al tanto de los informes y afirmó que «numerosas pruebas realizadas en piezas provenientes de la misma fuente de suministro confirman que la aeronavegabilidad del A220 permanece intacta».
Spirit AeroSystems, que suministra fuselajes para Boeing y alas para Airbus, informó que el titanio ingresó a la cadena de suministro con documentos falsificados y que todas las piezas afectadas se retiraron de su producción. «Se completaron más de 1,000 pruebas para confirmar las propiedades mecánicas y metalúrgicas del material afectado y asegurar la aeronavegabilidad continua», dijo Spirit.
El año pasado, CFM International reveló que miles de componentes de sus motores podrían haber sido vendidos con documentación falsificada por un distribuidor británico, lo que llevó a las aerolíneas a cambiar piezas en algunos aviones.