En 2019, después de la insolvencia de Thomas Cook, su subsidiaria Condor enfrentó la quiebra. El gobierno alemán salió al rescate de la aerolínea para evitar su colapso, inyectando fondos en la compañía para acrecentar su solvencia. Esta inyección fue aprobada por la Comisión Europea en julio de 2021.
Ryanair no dejó pasar las acciones de la Comisión e impugnó la decisión. Ahora, el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) ha declarado nulo el fallo (08/05/2024, Caso T-28/22). El TGUE está encargado de identificar errores en el obrar de los actos de instituciones, órganos u organismos de la Unión Europea y revocarlos.
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El gobierno alemán invirtió 580 millones de euros en ayuda a la compañía. Cuando colapsó Thomas Cook, desembolsó 380 millones para evitar que la aerolínea cayera en la bancarrota. Posteriormente, Condor pidió 200 millones de euros más para paliar la situación derivada de la crisis sanitaria del coronavirus.
Según el tribunal, la aprobación no debería haberse concedido sin una investigación formal. «La Comisión debería haber evaluado si la ayuda cumplía con el requisito de una adecuada distribución de la carga según la Directriz 2014/C 249/01», afirma el decisorio. Específicamente, el tribunal critica la ausencia de una garantía de que el estado alemán participará adecuadamente en futuras ganancias de Condor. Al mismo tiempo, el fallo aclara que Ryanair no puede impugnar la decisión de la Comisión ya que no logró demostrar un agravio particular.
Condor no está obligada a reembolsar los fondos recibidos. Si siguen las apelaciones, el caso se presentará ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, la máxima instancia decisoria dentro de la comunidad.