A principios de mes comenzó a correr el rumor de que Embraer estaba considerando desarrollar un nuevo modelo de avión para el segmento de aeronaves de un solo pasillo de gran tamaño. El fabricante brasileño construye aviones regionales con capacidad de hasta 146 pasajeros.
El último en entrar a jugar en las grandes ligas (recién se consolidó en la década de 1990), Embraer se ha hecho de una gran reputación por su ingeniería, rendimiento operativo de sus aeronaves y, principalmente, su puntualidad en las entregas, incluso llegando a recibir elogios de Roberto Isom, CEO de American Airlines, quien remarcó que «han cumplido día tras día y el resto de la industria podría aprender mucho de ellos.»
Según reportó semanas atrás el Wall Street Journal, Embraer estaría desarrollando un nuevo modelo para competir con los A320 y 737, de Airbus y Boeing respectivamente. El trabajo es gigantesco y la inversión multimillonaria. En ese sentido, el C-Series de Bombardier es clara muestra de lo que se necesita para lanzar un avión nuevo. El programa se lanzó en 2008, y el primer vuelo fue en 2013. Pese a su excelente valor y a costos bajos de operación, las preocupaciones de clientes, particularmente el valor residual de las unidades, impidieron que ganara grandes órdenes. La historia tuvo un final predecible: el fabricante canadiense vendió por migajas el programa a Airbus -que lo rebautizó como A220- y se retiró de la aviación comercial.
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Tras el rumor, llegó la respuesta de Embraer: pese a que estudios externos han determinado que la compañía tiene los conocimientos tecnológicos y la capacidad para desarrollar y fabricar un avión de fuselaje estrecho de nueva generación (el primero del mundo, ya que tanto el A320neo como el 737 MAX son iteraciones de familias que cuentan como mínimo cuarenta años a sus espaldas), un portavoz de la empresa señaló que «no tenemos ningún plan para una inversión de capital en este momento».
«Tenemos una cartera joven y muy exitosa de productos desarrollados en los últimos años, y estamos realmente centrados en venderlos y en que Embraer sea más grande y más fuerte», añadió el vocero. Las inversiones para el desarrollo de nuevos modelos suelen ser de decenas de miles de millones de dólares y requerir décadas.