En 1962, durante la operación denominada Operación Northwoods, el gobierno de los Estados Unidos concibió una serie de planes para manipular la opinión pública y justificar una invasión a Cuba. Entre estas acciones estaban ataques simulados a refugiados cubanos, atentados a instalaciones militares americanas e incluso planes para la caída de un avión civil que sería responsabilidad del gobierno cubano.
Los documentos confidenciales sobre estos planes alarmantes fueron desclasificados en 1997, como parte de un proceso más amplio relacionado con el asesinato del presidente Kennedy. En el caso del avión, este es el link para el documento.
Los planes contenían detalles sorprendentes. Según los documentos, el gobierno de los Estados Unidos llegó a considerar la posibilidad de crear un incidente que haría parecer que una aeronave cubana habría atacado y derribado un avión civil fletado, que estaría en ruta entre los Estados Unidos y Jamaica, Guatemala, Panamá o Venezuela.
Los planes incluían incluso la posibilidad de justificar incidentes de secuestro contra aeronaves civiles y embarcaciones, todos imputados al gobierno cubano. Para corroborar la idea, el incidente sería presentado como una medida de acoso autorizada por el gobierno cubano.
Estas propuestas formaban parte de un informe de la CIA entregado al Secretario de Defensa, Robert McNamara, y a los Jefes del Estado Mayor Conjunto. Descubrir que tales tramas fueron concebidas en los corredores del poder gubernamental es sorprendente e inquietante, ya que implican actos de violencia contra su propio pueblo para manipular la opinión pública con el fin de justificar una acción militar.