La compañía Lockheed Martin recibió un contrato de 17.000 millones de dólares para desarrollar la próxima generación de interceptores que protegerían a Estados Unidos contra un ataque de proyectiles balísticos intercontinentales, según informó la Agencia de Defensa de Misiles del país.
El programa de interceptores tiene como objetivo afrontar las actuales amenazas de misiles balísticos y futuros avances tecnológicos de países como Corea del Norte e Irán.
El contrato representa un impulso para Lockheed Martin después de que Estados Unidos decidiera reducir los pedidos de F-35 y el Ejército sostuviera en febrero que abandonaría el desarrollo de un Future Attack Reconnaissance Aircraft, un helicóptero de nueva generación para el cual la empresa había presentado un diseño.
De acuerdo a lo informado, el contrato plurianual cubre el desarrollo del Interceptor de Próxima Generación (NGI) para modernizar el actual programa de Defensa Terrestre. La red de radares, misiles antibalísticos y otros equipos está diseñada para proteger a Estados Unidos de los proyectiles balísticos intercontinentales.
A partir de esto, las acciones de Lockheed cerraron con un alza del 0,60% a 462,08 dólares.
El NGI se encuentra actualmente en su fase de desarrollo tecnológico y pasará a la etapa de desarrollo de productos en mayo, según un testimonio escrito presentado la semana pasada por el jefe de la Agencia de Defensa de Misiles, el teniente general Heath Collins. Estados Unidos planea comprar 20 interceptores y desplegarlos en Fort Greely, Alaska. Se espera que el primer interceptor esté operativo en 2028.
Collins había dicho que la agencia seleccionaría a Lockheed o Northrop Grumman para el programa. Las empresas recibieron contratos separados en 2021 para desarrollar diseños para el misil.