El Grupo Lufthansa continúa buscando que se apruebe la adquisición de la aerolínea italiana ITA Airways, mientras que IAG actualiza sus planes para Air Europa con el objetivo de que la operación sea aprobada por los reguladores.
Lufthansa no logra disipar las preocupaciones de las autoridades
La adquisición de ITA Airways por parte de Lufthansa enfrenta varios obstáculos. El principal es el posible retraso de la decisión de la Comisión Europea hasta después de las elecciones al Parlamento Europeo en junio de 2024. Además, se debe tratar el tema respecto a los empleados de la antigua Alitalia.
La Comisión de la Competencia de la UE ha estado examinando la fusión entre Lufthansa e ITA desde enero. Hasta ahora, ni Lufthansa como compradora, ni el Ministerio de Finanzas italiano como vendedor, han logrado disipar las dudas en torno a sus propuestas. Las autoridades exigen «medidas concretas para evitar efectos negativos en la competencia en estos mercados», y han destacado varias «áreas sensibles» del acuerdo como la conectividad de Italia con Europa Central, Norteamérica, India y Japón. Además, continúan las preocupaciones por los slots del aeropuerto Linate de Milán.
IAG desguazaría Air Europa con tal de conseguir la aprobación de la compra
En idéntica situación que Lufthansa se encuentra IAG en su búsqueda de adquirir Air Europa. Para combatir los miramientos de la Comisión, Luis Gallego, CEO de IAG, propone «transferir el equivalente al 40 por ciento de los vuelos de Air Europa a otras aerolíneas», según publicó el diario El País de Madrid.
El directivo señaló que la cuota de mercado combinada de Iberia y Air Europa en el sector de vuelos de larga distancia de Madrid es del 64%. «Este es un número significativamente menor al de otras aerolíneas de Europa en sus bases», remarcó. No obstante, desde IAG presentaron un proyecto para ceder a otras aerolíneas el equivalente a un 40% de los vuelos operados por Air Europa en 2023.
«Si compramos Air Europa, no habrá una ruta en que seamos la única opción. Entendemos que debemos favorecer la competencia». IAG está dispuesta a dejar de lado aún más rutas respecto a las del intento fallido de adquisición de 2021. Gallego explicó que «(desde IAG) estamos analizando cada ruta con la Comisión Europea para identificar posibles problemas de competencia».
El cierre de rutas tendría un efecto positivo adicional para el grupo: los aviones sobrantes podrían ser alquilados a los competidores, incluso con tripulación, o utilizados para la prevista expansión del grupo. Cualquiera de las dos opciones es beneficiosa debido al contexto mundial, en el que los fabricantes tienen problemas para cumplir con las entregas de aeronaves.