Mientras transcurre el día de paro decretado por APA, UPSA y APLA, Flybondi sigue trasladando pasajeros, más allá de las seis cancelaciones a las que se vio forzada.
A la hora en la que sale este artículo, la compañía había completado el 65% de los vuelos y transportó 8.300 de los 12.500 pasajeros esperados para el día.
La pregunta que se hizo frecuente en este día particular de operaciones -y en otros paros, vale decir- es: ¿por qué Flybondi opera y otras compañías debieron cancelar la actividad del día? La clave está en el handling.
Más allá de tripulaciones y aviones, hay un componente clave en la operación aérea: el “lado tierra”, o el equipo que provee asistencia al avión en plataforma.
En Argentina, la reglamentación permite que una compañía se preste a sí misma el servicio de plataforma o que contrate a un tercero que lo asista.
Flybondi eligió prestarse el servicio en casi todos los aeropuertos donde opera, salvo en Ushuaia, Calafate y Comodoro Rivadavia. En esas terminales, la compañía contrató a Intercargo, que convocó al paro nacional y no realizó tareas.
Hay otro aeropuerto en el que Flybondi depende de Intercargo: Aeroparque, donde no tiene opción de prestarse el servicio de rampa.
Entonces, la compañía traslada a Ezeiza los vuelos que puede y en aquellos en los que depende de ITC, se vio forzada a cancelar o reprogramar.
El reclamo de poder elegir en Aeroparque es de larga data, y se potencia con cada medida de fuerza. Mauricio Sana, CEO de Flybondi, se expresó en X al respecto.
Nuevamente, por el #ParoAeronauticos, trasladamos toda nuestra operación de hoy al Aeropuerto de Ezeiza. Gracias a eso, más de 12.500 personas van a poder viajar. A esta hora ya volaron más de 8.200 personas.
¿Por qué si somos #Aeronauticos podemos hacerlo? ???????? pic.twitter.com/HWbegmB0uN— Mauricio Sana (@mauriciosanaok) February 28, 2024
Una de las expectativas del cambio de gobierno era, justamente, la liberación del servicio de rampa y no sería extraño que la administración Milei avance en ese sentido si el DNU no es frenado.
Si el conflicto recrudece, la situación de Intercargo será compleja porque intensificará el reclamo y la presión para que cambien las reglas de juego en el principal aeropuerto del país. Una consecuencia no deseada por la compañía estatal, pero que tal vez sea ineludible.