Spirit AeroSystems pospuso su pronóstico financiero para 2024, resaltando preocupaciones en curso con las tasas de producción del Boeing 737 MAX y las negociaciones de costos con Airbus sobre el programa A220.
El retraso en la previsión se da un mes después de que un Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines sufriera una despresurización explosiva por la voladura de una puerta mal ajustada, lo que reavivó la polémica sobre los estándares de calidad y seguridad del avión.
El incidente forzó a la Administración Federal de Aviación (FAA) a imponer una restricción sobre el aumento de la producción de la serie 737 MAX, aunque la duración de esta limitación permanece sin especificar.
La FAA contra Boeing: “Este incidente nunca debió haber ocurrido”
El CEO interino de Spirit AeroSystems, Patrick Shanahan, enfatizó el compromiso de la compañía con la calidad y seguridad del producto: «la calidad y seguridad de lo que producimos es lo más importante de todo«.
La limitación de producción en el 737 MAX plantea desafíos logísticos y financieros significativos para Spirit AeroSystems, particularmente en la gestión del inventario de partes y el flujo de caja. A pesar de estos obstáculos, Boeing reafirmó su intención de continuar comprando componentes de Spirit y otros proveedores, aunque la situación amenaza con incrementar los cuellos de botella de la cadena de suministro existentes.
Resultado financiero de 2023: último trimestre en alza
Financieramente, Spirit AeroSystems ha presenciado un impacto notable de los desafíos recientes, con sus acciones disminuyendo un 15,8% desde el incidente en enero. Sin embargo, la compañía ha mostrado resiliencia en su último informe financiero, anunciando una ganancia ajustada de 48 centavos por acción para el trimestre que termina en diciembre de 2023, una mejora considerable de la pérdida reportada en el mismo período del año anterior.
Los ingresos trimestrales se dispararon un 37% a 1.810 millones de dólares, impulsados el incremento en la entrega de partes tanto a Airbus como a Boeing.