El primero de los Hércules C-130J-30 Super Hercules de la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda en salir de la línea de producción de Lockheed Martin en Georgia (Estados Unidos) ya recibió su livery oficial, con el emblema Kiwi de la RNZAF y la brújula de marino del Escuadrón nº 40.
En 2020, el Gobierno neozelandés firmó un acuerdo por valor de 1.500 millones de dólares para la adquisición de cinco nuevos aviones C-130J-30, destinados a sustituir a los viejos Hércules C-130H, que fueron adquiridos en 1965. Los Super Hercules comenzarán a ser entregados a la RNZAF a partir de finales de este año.
Los nuevos C-130J-30 pueden transportar un mayor número de pallets, gracias a su longitud adicional de 4,5 metros y a su capacidad de carga útil de 21 toneladas. La nueva flota se utilizará como primera opción de respuesta para operaciones de ayuda humanitaria y socorro en caso de catástrofe, así como para el despliegue de personal y equipos tanto en Nueva Zelanda como en el extranjero.
El segundo Hércules de la flota no se queda atrás, y está listo para recibir una mano de pintura.
Una rápida entrada en servicio
La primera tanda de tripulaciones de la RNZAF para los cinco aviones C-130J se está formando en la base Little Rock de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos (USAF) en Jacksonville, Arkansas. Esto incluye la formación de instructores de vuelo e instructores de tripulación, cuya experiencia se utilizará para desarrollar un sistema de formación de C-130J en Nueva Zelanda tras el establecimiento de la aeronave en el país. Allí también están recibiendo instrucción el personal técnico neozolandés que dará mantenimiento a la nueva flota de aeronaves de transporte.
Debido a que todas las tripulaciones están siendo entrenadas con antelación, la flota de nuevos C-130J-30 debería alcanzar rápidamente la plena capacidad operativa.
El primer curso de conversión del C-130J con base en Nueva Zelanda está previsto para 2026. No será necesario antes de esa fecha porque ya se habrá previsto el cupo para las seis tripulaciones iniciales plenamente capacitadas. Mientras tanto, como parte del contrato, se suministró un simulador de C-130J de movimiento completo, con el cual el 40 Escuadrón espera completar alrededor del 80 por ciento de la formación de sus pilotos.