Una tecnología que emplea aeronaves pilotadas remotamente, o drones, inicialmente dirigida a la aplicación de biodefensivos para el control biológico de plagas agrícolas, podrá ser usada en el ambiente urbano para ayudar a frenar la proliferación de mosquitos transmisores de virus causantes de enfermedades, como el Aedes aegypti, conocido por ser el mosquito del dengue.
Desarrollada por la empresa Birdview, situada en São Manuel, en el interior de São Paulo, Brasil, en colaboración con Embrapa Instrumentação, la solución despertó el interés de empresas productoras de Aedes aegypti estériles en Brasil para ayudar en la erradicación de enfermedades como dengue, fiebre amarilla, chikungunya y zika. El proyecto contó con el apoyo del Programa Fapesp de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (Pipe).
«Al participar en la última edición del Programa de Entrenamiento en Emprendimiento de Alta Tecnología [Pipe Empreendedor], identificamos algunas empresas productoras de Aedes aegypti estériles interesadas en establecer una asociación con nosotros para liberar el insecto en áreas urbanas», cuenta Ricardo Machado, cofundador de la startup.
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La tecnología desarrollada por la empresa en el marco del Programa Biota-Fapesp consiste en un sistema modular de liberación y empaquetado, integrado a drones, que realiza la suelta controlada de insectos adultos en regiones demarcadas, minimizando daños y estrés inducidos.
En el campo, la tecnología permite liberar, sobre los cultivos, insectos para combatir plagas agrícolas que son sus enemigos naturales. Ya en áreas urbanas, la solución podría ser empleada para soltar machos de Aedes aegypti estériles para que se apareen con mosquitos hembras –que pican y transmiten virus causantes de enfermedades y copulan una vez en la vida. De esta manera, es posible disminuir la población del insecto, estiman especialistas, pues las hembras, al no quedar preñadas debido a que los machos son estériles, morirán sin generar nuevos mosquitos.
En ocho años de actividad, la empresa ha realizado más de 15 mil vuelos para la liberación de biodefensivos, en más de un millón de hectáreas. Entre sus clientes están las usinas São Martinho, São Manuel y Suzano.
El proyecto de liberación de mosquitos aún es experimental y la empresa intenta cerrar una asociación con criadores de insectos estériles, que asumirían los costos del servicio. Los valores y el tiempo necesario para que la intervención tenga efecto están siendo evaluados.
«La solución también puede ser utilizada para lanzar semillas con el objetivo de restaurar bosques», afirma Machado.