Boeing anunció que la entrega de sus jets de entrenamiento T-7A Red Hawk a la USAF sufrirá un retraso, atribuido a problemas de calidad con las piezas de sus proveedores.
El gigante aeroespacial también reveló que el inicio de la producción inicial a tasa reducida (Low Rate Initial Production – LRIP) para el T-7 ahora está reprogramado para mediados de 2024. Evelyn Moore, vicepresidenta de Boeing y gerente del programa T-7, citó problemas en la cadena de suministro como la causa del retraso en el programa de producción.
De acuerdo con lo reportado por Defense News, originalmente el contrato de Boeing con la USAF exigía la entrega de los prototipos 4 y 5 para diciembre de 2023 y enero de 2024 respectivamente.
Sin embargo, Moore indicó que la entrega del cuarto avión se espera ahora para finales de febrero, con el quinto programado para marzo o abril. «Nos estamos enfocando realmente en la seguridad y calidad, y estamos tratando de entregar esos jets en el corto plazo,» dijo Moore.
El T-7A Red Hawk es parte de un contrato otorgado a Boeing por la Fuerza Aérea en 2018, valorado en 9.200 millones de dólares. Este contrato abarca la construcción de 351 jets T-7 para 2034, destinados a reemplazar los veteranos Northrop T-38 Talon.
El T-7 está diseñado para replicar las capacidades de cazas de quinta generación como el Lockheed Martin F-35, y para facilitar el entrenamiento de nuevos pilotos para aviones de combate y bombarderos.
Además, Boeing está en el proceso de ensamblar una nueva línea de producción para el T-7A en St. Louis, Missouri, con fecha de apertura prevista a mediados de 2024.
La constitución de esta línea de ensamblaje daría inicio a la producción de los T-7A a tasa reducida poco después. Moore también comentó que la intención de Boeing es entregar el primer T-7A de producción en 2025, aunque podría demorarse a 2026.
El retraso en el programa T-7 generó preocupaciones sobre una posible superposición de las fases de desarrollo, prueba y producción: una situación destacada por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) en su informe de mayo de 2023.
Boeing entregó los primeros tres de los cinco prototipos en 2023. Estos aviones realizan pruebas de vuelo en la Base Aérea Edwards en California y pruebas de adaptación al clima en la Base Aérea Eglin en Florida.