La brasileña Azul y la dubaití Emirates volverán a Oporto, puerta de entrada al norte de Portugal, en 2024, según el responsable de una asociación turística local.
La información fue revelada por Luís Pedro Martins, presidente de Turismo do Porto e Norte de Portugal, en una entrevista a la agencia de noticias Lusa republicada por Newsavia, una web portuguesa de noticias de aviación. Ambas aerolíneas comenzaron a operar a la ciudad en 2019. Los vuelos, sin embargo, se vieron interrumpidos al año siguiente por la pandemia de COVID-19 y sus efectos en los viajes aéreos internacionales, y no han vuelto desde entonces.
Al hablar de los resultados del turismo en el Norte de Portugal en 2023 y de sus perspectivas para 2024, Martins afirma que estas nuevas operaciones — junto con los vuelos transatlánticos sin escalas de Azores Airlines desde Oporto, ya anunciados — representarían un importante impulso para el sector a nivel local.
«Esto nos hace creer que 2024 puede ser [bueno], si las circunstancias no cambian, pues con el contexto actual nunca se sabe, y a pesar de los tiempos difíciles que vive el mundo, el turismo en la región sí tendrá un buen desempeño».
Azul comenzó a conectar su hub de Campinas con Oporto tres veces por semana en junio de 2019. Emirates, por su parte, empezó a prestar servicio a Oporto un mes después, con cuatro frecuencias semanales desde su hub en Dubái.
La primera atendía a la creciente demanda por viajes entre Brasil y Portugal. De 2019 a 2022, la población de brasileños viviendo legalmente en el país europeo creció de 151,304 a 239,744, según la autoridad migratoria de Portugal.
El vuelo de Emirates sería la segunda conexión entre Oporto y Oriente Medio, después de la ruta de El Al a Tel Aviv, actualmente suspendida. Además de los Emiratos Árabes Unidos, sería un importante conector entre Portugal y varios otros países, beneficiándose de la importante conectividad del hub de Dubai.
Más allá de la demanda hacia las regiones del norte del país, el aeropuerto Francisco Sá Carneiro de Oporto también se beneficia de las limitaciones de capacidad del aeropuerto de Lisboa, al sur. Si bien es posible que las compañías aéreas deseen aumentar sus operaciones hacia y desde la capital portuguesa, la falta de franjas horarias allí hace del segundo aeropuerto del país una alternativa viable.