En notas anteriores habíamos reportado sobre el acuerdo de entendimiento entre la Familia Roe y el Gobierno de Chile por las compensaciones sobre los terrenos del Aeropuerto Internacional Mataveri, que sirve a Rapa Nui (también conocida como Isla de Pascua por los extranjeros) pero, a la fecha de hoy, nuevamente surge una interrogante con respecto a este conflicto.
Y es que el acuerdo de entendimiento tenía un cronograma de fechas de cumplimiento de etapas, de las cuales solo se alcanzaron un par de puntos. Esto ha llevado a molestias de parte de la familia involucrada, exigiendo explicaciones, primero, a la autoridad local y luego a los distintos ministerios que están involucrados en el tratado.
Como la familia está dispuesta a volver a exigir sus derechos de manera pacífica pero firme, el Gobierno hizo oído del asunto y ha intentado llegar a otro preacuerdo con los involucrados. Esto se debe a que los atrasos de parte del gabinete del presidente Gabriel Boric pasaron por procesos donde la atención se enfocó, primero, en la aprobación de la nueva carta magna de Chile (la cual, finalmente, se rechazó), y ahora, en la aprobación de la Reforma Tributaria, la cual ya sufrió un revés en la primera etapa en la Cámara de diputados.
Como este entendimiento no depende ni de una aprobación de Carta Magna ni de una Reforma, lo que busca la familia Roe es que, además de que se cumpla el tratado por parte del Gobierno, se haga en el más breve plazo por los atrasos que ha tenido la serie de puntos en el acuerdo.
En septiembre del año pasado el presidente Boric destacaba, en un acto frente al Palacio de la Moneda, el haber llegado a acuerdo con esta familia. Sin embargo, se podría tomar como un “volador de luces” o “aspirinas” ya que no pasó de terminar un par de puntos y luego un silencio.
¿Cómo podría afectar esto a los vuelos?
El hecho de que, una vez más, la familia no llegue a acuerdo y se tome el único y más remoto aeropuerto del mundo, afecta a que LATAM Airlines no pueda volar a ese paradisiaco destino, ni llevar ni dejar pasajeros, salvo gente que resida en Rapa Nui y uno que otro caso muy específico.
De turistas, ni hablar. Y eso afectaría gravemente el comercio interno (que depende del turismo), de traslados de alimentos (LATAM es la única línea aérea que va a IPC) y otros. Además, para la aerolínea significaría una pérdida de pasajeros y traslado de carga importante, lo que se traduce en reprogramaciones y/o compensaciones de tickets aéreos.
En la actualidad LATAM opera cuatro vuelos semanales entre Santiago de Chile y Rapa Nui en aeronaves Boeing 787-8 y 787-9. El año pasado tomamos ese vuelo, cuyo reporte pueden ver en este link.
¿De qué trata el conflicto?
Este conflicto data desde 1951 en adelante. Por aquel entonces, Rafael Roe, era dueño de unos terrenos planos al lado del Volcán Rano Kao y planificaba distribuirlos entre sus hijos.
Sin embargo, la llegada del primer vuelo que conectaría Chile continental y Rapa Nui, a cargo del Capitán Roberto Parragué y su Consolidated PBY Catalina (previo a 2 rechazos por parte de la FACh para esta operación y de una amenaza de «conquista de ruta» de un australiano), y de la construcción oficial del aeropuerto en 1965, hizo que esos terrenos hayan sido expropiados sin pago ni compensación por ello. En aquel tiempo, el Sr. Roe no pudo hacer mucho, quedando esa tarea para las generaciones siguientes.
Por cierto y no menos importante, en 1986 el embajador de los Estados Unidos en Chile, Harry Barnes, decidió que, por su ubicación estratégica y la baja densidad de tráfico aéreo, la pista era ideal para ser usada como alternativa de emergencia para el aterrizaje de los transbordadores espaciales. Por lo mismo y al acceder Chile a ello, la pista se reparó y amplió a su longitud actual (3318 mts en asfalto), adicionando electrónica avanzada para navegación aérea. Gracias a esto, el turismo de la isla aumentó de manera explosiva con los vuelos de la, entonces, LAN Chile.
Fueron varias promesas que se hicieron. Muchas casi al borde de llegar al acuerdo, pero siempre los «asesores del asesor del Ministro» cambiaban las reglas del juego y el acuerdo se caía. Ni Felix Hoffmann, cuando creó las aspirinas, se iba a imaginar que su medicamento serviría, de forma irónica, para calmar el reclamo de una familia entera. Ni en los tiempos de pandemia los gobiernos dieron tal cantidad de esas «aspirinas».
Hoy por hoy, se reconoce el gesto del Gobierno del presidente Gabriel Boric al llegar, por fin, a un acuerdo de entendimiento para el final de la historia… pero nuevamente, al parecer, «aparece el Sr. Hoffmann» para ponerle suspenso y si el Gobierno de Chile no se quiere convertir en la fabricante «Bayer», es menester cumplir con lo firmado.