International Airlines Group (IAG), propietaria de British Airways, se prepara para una investigación reglamentaria potencialmente prolongada en Bruselas sobre su segunda oferta para adquirir la aerolínea española Air Europa. Según fuentes del sector, la operación podría incluso bloquearse por temor a un aumento del precio de los billetes.
IAG, propietaria también de la aerolínea de bandera española Iberia, acordó en febrero comprar el 80% restante de Air Europa por unos 400 millones de euros. La adquisición pretende impulsar la presencia de IAG en el mercado latinoamericano, en rápida expansión, y transformar Madrid en otro centro de operaciones europeo.
Según el Financial Times, aunque el acuerdo propuesto aún no se ha presentado oficialmente para su aprobación en Bruselas, las fuentes indican que los reguladores se están preparando para otra larga investigación. «Es la segunda vez que se intenta esta fusión, y no tiene buena pinta», dijo una persona familiarizada con el asunto. «La primera no nos gustó. Esta vez será peor».
En 2021, IAG abandonó su intento inicial de adquirir Air Europa por problemas regulatorios. IAG es actualmente el mayor operador aéreo en España, mientras que Air Europa ocupa el tercer lugar. El acuerdo original, alcanzado a finales de 2019 antes de que la pandemia perturbara el sector aéreo, preveía que IAG pagara 1.000 millones de euros por Air Europa.
Como parte de su evaluación, los reguladores examinarán el impacto del acuerdo ruta por ruta. Según las fuentes, a las autoridades de Bruselas les preocupa la falta de competencia en determinadas rutas.
Sin embargo, aún es posible que IAG ofrezca concesiones adecuadas y pruebas de que sus competidores podrían acceder a rutas vitales, lo que podría garantizar la aprobación de la operación por parte de la UE. IAG se ha negado a comentar el asunto, y la Comisión Europea ha confirmado que el acuerdo propuesto aún no se ha presentado a los reguladores.
Cabe señalar que los reguladores de la UE ya han frustrado anteriormente los esfuerzos de Ryanair por adquirir su competidora irlandesa Aer Lingus, alegando que la fusión daría lugar a una competencia desleal en rutas clave.
El año pasado, IAG logró su primer beneficio anual desde el inicio de la pandemia, ya que las compañías aéreas experimentaron un resurgimiento de la demanda reprimida en el periodo posterior a la pandemia.