Cabo Verde Airlines, la aerolínea estatal de bandera de Cabo Verde, incorporará un segundo avión a su flota a partir de julio, cuando llegará su primer Boeing 737 MAX 8. La información ha sido confirmada hoy por la agencia nacional de noticias del país, Inforpress.
La aerolínea confirmó la información en su página de Facebook, añadiendo que ha abierto un concurso en su página web para decidir el nombre de la aeronave.
La compañía — también conocida por su antiguo nombre, TACV – Transportes Aéreos de Cabo Verde — opera actualmente un único 737-700, matriculado D4-CCI, arrendado en wet lease de TAAG, la aerolínea nacional de Angola.
En la actualidad, solo opera en Lisboa con su único avión y realiza vuelos desde las ciudades caboverdianas de Praia, Sal y São Vicente.
Según Inforpress, el nuevo avión permitirá a Cabo Verde Airlines abrir nuevos destinos, con el objetivo de volver a los mercados que atendía antes de la pandemia del COVID-19, a saber, según una fuente de la agencia, «Brasil, Francia, EE.UU. e Italia».
La misma fuente, sin embargo, menciona que no hay fecha confirmada para el regreso de la aerolínea a Boston, Fortaleza y París. «Cuando llegue el avión iremos introduciendo las rutas poco a poco, hasta llegar a todos los mercados donde [antes] operábamos».
En las bases de datos de slots de dos aeropuertos del nordeste de Brasil, Fortaleza y Recife, Cabo Verde Airlines ya tiene slots reservados — lo que no significa que la aerolínea vaya a operar necesariamente vuelos en las fechas y horarios que tiene, aunque señala una intención inicial de hacerlo.
Desde Fortaleza, los slots reservados serían para una operación semanal a Sal a partir del 6 de junio (un mes antes de la llegada en julio del 737 MAX 8), y Recife vería dos operaciones semanales a Praia a partir del 3 de julio. Todas las frecuencias, según la base de datos, serían operadas por un 737-700.
Así pues, es más probable, sobre todo teniendo en cuenta que las fechas ya están relativamente próximas, que las operaciones comiencen más tarde, aunque ya se ha manifestado la intención de volver a estos destinos.
TACV ha pasado por tiempos difíciles desde que la pandemia afectó al archipiélago de Cabo Verde, muy dependiente del turismo. A finales de 2019, la aerolínea recién había sido privatizada a un consorcio liderado por Loftleiðir Icelandic, filial del grupo Icelandair. Iniciaba una ambiciosa expansión construyendo un hub en Sal con Boeing 757-200 cuando COVID cerró la mayoría de las fronteras.
La compañía fue renacionalizada a la fuerza y finalmente reanudó sus operaciones, ahora de nuevo estatal, en diciembre de 2021 — pero para entonces ya había perdido terreno frente a otras aerolíneas.
El mayor reto de Cabo Verde Airlines ahora, mientras se reagrupa tras la pandemia, es remontar sus operaciones de forma rentable sin el know-how de Icelandair. Aún el año pasado el Ministro de Turismo y Transporte de Cabo Verde, Carlos Santos, afirmó que el hub del Sal (o más bien la intención de construirlo) «no [había] desaparecido».