La Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (FeArCa), que nuclea a los prestadores de servicios de aplicación aérea, advirtió sobre una caída de más del 70% en la actividad durante los últimos meses, como consecuencia de la sequía que afecta a la zona núcleo y a gran parte del país.
La aviación agrícola es un actor esencial para mantener viva la cadena de valor de uno de los sectores económicos claves de Argentina, que posee la tercera mayor flota de aeronaves para la realización de esas tareas a nivel mundial. Sólo es superado por los Estados Unidos y Brasil.
De la actividad participan pilotos, mecánicos, proveedores de insumos, proveedores de combustible, ingenieros agrónomos, escuelas de vuelo y empresas de transporte, entre otros. Por ese motivo representa, además, una importante fuente de trabajo.
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El impacto de la sequía en la aplicación aérea en Argentina
Gran parte del territorio argentino transita una sequía desde hace tres años, con registros de precipitaciones inferiores y, en ocasiones, muy por debajo de lo normal. La situación afectó la actividad agrícola en campañas anteriores e impacta en la cosecha actual, que de acuerdo con previsiones de especialistas alcanzará pérdidas económicas récord.
Las altas temperaturas registradas durante el verano austral que acaba de concluir, sumadas a una inusual helada en febrero, complicaron más la situación.
Walter Malfatto, presidente de FeArCa, destacó el rol de la aplicación aérea en la agricultura y aseguró que «el avión cumple una tarea fundamental» como parte de la cadena de los alimentos. En ese mismo sentido, dijo que el gobierno nacional debería implementar un plan de medidas de ayuda al sector que incluya «por ejemplo, combustible subsidiado».
Representantes de los aplicadores aéreos aseguraron que su actividad cayó hasta un 80% durante el último año debido a la sequía y las consecuentes pérdidas de cosechas. Francisco Casajús, vicepresidente de la institución, dijo que el impacto del fenómeno «es grave» y aseguró que nunca se había visto algo similar.
Por su parte, Mauricio Fargioni, representante de la Cámara de Empresas Agroéreas de Santa Fe (CEASFE), aseguró que el impacto de la sequía en la provincia «fue verdaderamente catastrófico» y que, como consecuencia, diferentes cultivos se perdieron casi en su totalidad. Además, sostuvo que la contratación de servicios de aplicación aérea se redujo en más del 70%.
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