Como parte de su programa Mission NextGen Aircraft, Air New Zealand anunció el último miércoles la concreción de asociaciones con cuatro empresas fabricantes para apoyar el desarrollo de aeronaves de cero emisiones y concretar vuelos de demostración alimentados por tecnologías eléctricas, de hidrógeno verde e híbridas a partir de 2026.
La aerolínea confirmó que durante los próximos años trabajará junto con Eviation, Beta, VoltAero y Cranfield Aerospace. A partir de los acuerdos, buscarán avanzar en el desarrollo de las soluciones tecnológicas y la infraestructura necesaria para posibilitar la operación de aviones de este tipo en el país oceánico.
Como parte de las asociaciones, Air New Zealand aseguró que firmará una declaración de intención que oficializará su ambición de adquirir, inicialmente, tres aeronaves desarrolladas por uno o más de sus cuatro socios. Además, mantendrá opciones de compra por veinte unidades adicionales.
Greg Foran, director general de la aerolínea, afirmó que la empresa seleccionó a sus socios tras analizar la situación actual de cada uno de ellos en materia de desarrollo de aeronaves de bajas emisiones y dijo que el proyecto «no consiste en apoyar a sólo un innovador». En ese sentido, remarcó que «se trata de trabajar con una serie de líderes en tecnología aeronáutica de emisiones cero para ayudar a avanzar a todo el ecosistema».
La compañía tiene la intención de adquirir aviones eléctricos para reemplazar su flota de aeronaves regionales Bombardier Dash-8 Q-300.
Eviation y su avión eléctrico Alice
Air New Zealand firmó una carta de intención para adquirir hasta 23 Eviation Alice, un innovador avión eléctrico que completó su primer vuelo en septiembre de este año.
Es, hasta el momento, la única aeronave eléctrica de su tamaño que ha sido probada en vuelo con éxito. Según declara su desarrollador, tiene un alcance máximo de hasta 815 kilómetros y puede volar a una velocidad de hasta 260 nudos por hora (480 kilómetros por hora).
La aeronave está construida con materiales compuestos y cuenta con dos motores eléctricos magni650, desarrollados por magniX. De acuerdo con el fabricante, la planta motriz contribuye a reducir significativamente el impacto acústico y el coste operativo por hora de vuelo en comparación con reactores o turbohélices regionales.
Además, puede configurarse en tres versiones de cabina, según la necesidad de cada cliente: de viajeros diarios (hasta nueve pasajeros y dos pilotos), ejecutiva (hasta seis pasajeros y dos pilotos) y de carga (con espacio de 12.7 metros cúbicos y hasta 2500 libras de carga útil).
El ALIA-250 de BETA Technologies
La aerolínea neozelandesa también evalúa la posibilidad de adquirir aeronaves ALIA-250, desarrolladas por la compañía BETA Technologies, especializada en el desarrollo y fabricación de este tipo de vehículos aéreos.
El modelo estará disponible en dos versiones: de transporte de pasajeros y de transporte de carga. Según declara su desarrollador, tendrá un alcance máximo de 250 millas náuticas (463 kilómetros). Podrá transportar hasta cinco pasajeros o hasta 1.400 libras de carga útil (635 kilogramos) y estará habilitada para operar con sólo un piloto.
La aeronave utilizará un único sistema de propulsión eléctrica directa distribuida, con cuatro rotores que proporcionarán elevación vertical y una única hélice en la parte trasera para propulsar la aeronave de forma horizontal. Su eso máximo al despegue (MTOW, por sus siglas en inglés) será de 6.999 libras (3.174 kilogramos). Además, su batería podrá cargarse por completo en cincuenta minutos.
VoltAero y su familia de aviones eléctricos Cassio
Air New Zealand también trabajará junto con el fabricante francés VoltAero para avanzar en el desarrollo de la familia de aviones eléctricos Cassio, que contará con un total de tres variantes. Todas ellas compartirán un alto grado de modularidad.
El Cassio 330 sería el primero en obtener su certificación. Tendrá capacidad para transportar entre cuatro y cinco pasajeros, y será propulsado por un sistema híbrido de 330 kilovatios de de potencia. Su entrada en servicio está prevista para 2024, dos años antes de la fecha estipulada por Air New Zealand para la realización del primer vuelo de demostración.
Por su parte, el Cassio 480 dispondrá de seis asientos y tendrá una potencia combinada híbrida de 480 kilovatios. Finalmente, el Cassio 600 podrá transportar entre diez y doce pasajeros con una potencia de 600 kilovatios.
Cranfield Aerospace y su sistema de propulsión por hidrógeno
El último de los socios de Air New Zealand es la empresa Cranfield Aerospace Solutions, con base en Reino Unido. En marzo de 2021, la compañía anunció que aprovecharía los últimos avances en tecnología de pilas de combustible de hidrógeno para desarrollar un sistema de propulsión comercialmente viable para la aeronave Britten-Norman BN-2 Islander, de fabricación británica.
Además, Cranfield Aerospace prevé desarrollar luego un programa de varias fases con el objetivo de trasladar el sistema de propulsión a aeronaves regionales de mayor tamaño.
Ver también: Cranfield Aerospace Solutions consigue inversiones para su proyecto de desarrollo de propulsión por hidrógeno