El Airbus A320-200 de LATAM que hace unas semanas se vio envuelto en una polémica por haber atravesado una zona de tormentas y granizo en un vuelo realizado entre Foz do Iguacu y Asunción, continúa siendo reparado en el Aeropuerto de la capital paraguaya.
El avión, con matrícula CC-BAZ, se encuentra en el sector norte de la plataforma del Silvio Pettirossi, y ya recibió el cambio de su radomo -o nariz- y del parabrisas, fuertemente afectados por la tormenta de granizo que enfrentó en la noche del 26 de octubre.
La aeronave, procedente de Santiago de Chile, debía aterrizar en el Silvio Pettirossi a las 18:25 horario local cuando tuvo que alternar al Aeropuerto Internacional de Foz de Iguazú, Brasil, debido al fuerte temporal que se desarrollaba en ese momento sobre gran parte de la capital paraguaya.
Según diversos reportes, el aparato permaneció durante unas 3 horas en suelo brasileño cuando finalmente la tripulación decidió continuar el vuelo a Asunción.
Durante el vuelo de retorno el A320, que incluso debió desviarse hacia el norte paraguayo, atravesó por una fuerte tormenta con granizo que causó serios daños al radomo (cúpula de fibra de vidrio que protege al radar) como así también a los parabrisas, cuyas capas exteriores sufrieron severos daños.
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Trabajos en marcha
Desde la plataforma se pudo observar que un equipo técnico revisaba la cola del avión y que todavía restan tareas por cumplir con los motores, cuyas bahías se encontraban abiertas.
De acuerdo con fuentes locales, tras el incidente un Boeing 767 carguero de la compañía aterrizó en la terminal transportando repuestos y herramental para completar la reparación que le permita al avión afectado volver al servicio activo.
A la izquierda del avión se pudo ver dos motores CFM56 en sus contenedores y otras cajas de material de trabajo.
Según la Dirección Nacional de Aeronautica Civil (DINAC) paraguaya, la investigación de lo acontecido está en curso. De acuerdo con los estándares internacionales, se espera un informe preliminar a los 30 días del incidente, y la investigación concluirá en un informe final que puede tardar, en promedio, dos años.
Claramente el daño fue mayor, el cambio de motores lo evidencia, la ingeniería y sistemas de seguridad hicieron su cometido ldurante la emergencia,
Sergio
De seguro hubo daño en aspas de las turbinas, cabe recordar que son de aleación de materiales ligeros y propensos a sufrir daños, incluso por ingesta de aves.
Como medida de precaución, incluso si el daño no fue mayor, la empresa reemplaza las turbinas para asegurarse que todo esté OK y luego revisar en detalle las reemplazadas en la base de mantenimiento.