ENAIRE, la empresa española encargada de la gestión del espacio aéreo en el país, se situó en la cima del podio de manejo de operaciones de descenso continuo.
Durante 2021, ENAIRE autorizó que el 36% de las aproximaciones sean mediante operaciones de descenso continuo. La media europea, según datos de EUROCONTROL, se sitúa en el 18%. En concreto, el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol fue el primero del ranking con el 47%, seguido por Gran Canaria con el 43%. Los aeropuertos de Palma (38%), Barcelona-El Prat (36%) y Adolfo Suárez Madrid-Barajas (28%) se encuentran entre los 8 primeros del ranking europeo.
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La operación de descenso continuo es un tipo de maniobra de aproximación mediante la cual la aeronave desciende desde su altura crucero a una tasa más o menos continua. Gracias a esta operación -que debe ser coordinada con el control de tráfico y, además, debe estar permitida por el diseño del espacio aéreo- las aeronaves descienden utilizando un perfil semejante a una pendiente continua, empleando así la menor cantidad de empuje necesaria y, por ende, ahorrando combustible y emisiones.
Las operaciones de descenso continuo no sólo permiten ahorrar costos sino que también suponen una menor huella acústica en las proximidades a los aeropuertos, algo crucial durante los vuelos nocturnos.
Además de estas ventajas, el descenso continuo también permite una optimización del flujo de tráfico, que lleva de la mano menor congestión del espacio aéreo, disminución de la necesidad de enviar aeronaves a circuitos de espera, y menores demoras para los pasajeros, algo crucial sobre todo en la temporada estival, que siempre acarrea un pico de tráfico y en la que el atraso de vuelos es moneda corriente.