Bombardier anunció que maximizará las operaciones de manufactura de piezas aeroespaciales en sus instalaciones de Querétaro, México. La decisión posiciona al país azteca como un recurso estratégico en sus proyectos a nivel global, destacando la mano de obra altamente cualificada y con las capacidades tecnológicas de primer nivel que existen en sus instalaciones.
El fabricante canadiense declaró en un comunicado que México cuenta con ventajas competitivas, considerando sus indicadores macroeconómicos, la infraestructura y experiencia industrial, la eficiencia operativa, el sistema de escuelas técnicas que da soporte a la industria, la sostenibilidad de la cadena de proveeduría y la concentración de empresas aeroespacial en la zona.
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La firma fabrica en Querétaro componentes aeronáuticos y sistemas complejos para los jets de negocios Challenger y Global, incluido el fuselaje trasero de la aeronave Global 7500, la aeronave insignia del momento de Bombardier. También se fabricaron componentes para el Learjet 85, la familia CRJ NextGen y la Q400 NextGen.
«Estamos muy contentos con la fuerza laboral que tiene Bombardier en México porque ha logrado realizar un trabajo de calidad, que ha hecho posible contar con aviones de alta gama, como el Global 7500», enfatizó Eric Martel, CEO de Bombardier.
Diversas organizaciones han detonado la industria aeroespacial de México, entre ellas la Universidad Aeronáutica en Querétaro (UNCAQ), la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (FEMIA) y el Aeroclúster de Querétaro (ACQ).
Bombardier se estableció en México en 2006, ha invertido más de USD 500 millones y emplea a 1,200 personas. Como parte de su aniversario 80, en 2022 la compañía prevé entregar 120 aviones en todo el mundo.