Las autoridades estadounidenses anunciaron el 6 de junio que fueron autorizadas a incautar un avión Boeing 787-8 y un avión Gulfstream G650ER de propiedad y/o controlados por el oligarca ruso Roman Abramovich, en virtud de una orden de incautación del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York.
El tribunal ordenó la incautación y el decomiso de los aviones basándose en una causa probable de violación de la Ley de Reforma del Control de las Exportaciones (ECRA) y de las recientes sanciones impuestas a Rusia.
El fiscal federal Damian Williams dijo: «La declaración y la orden de hoy demuestran el compromiso del Distrito Sur de utilizar todas las herramientas legales disponibles para hacer cumplir las sanciones y los controles de exportación impuestos en respuesta a la guerra ilegal de Rusia en Ucrania.»
«Nuestros socios internacionales – naciones dedicadas al Estado de Derecho – superan con creces las jurisdicciones en las que estas aeronaves pueden esconderse con seguridad, y nuestra investigación de las exportaciones ilegales que violan la ley estadounidense continuará sin descanso», agregó.
u.s._v._boeing_and_gulfstream_warrantEl director adjunto del FBI, Michael J. Driscoll, declaró: «Estos ricos oligarcas rusos contribuyeron a fomentar un entorno que permitió a Rusia proseguir su mortífera guerra en Ucrania. La incautación de sus valiosos activos, incluidos estos dos aviones, es sólo una forma de que el gobierno de Estados Unidos responsabilice a quienes violan las leyes estadounidenses y apoyan a Rusia en su intento de conquistar una nación soberana. Nuestro trabajo acaba de empezar y no nos echaremos atrás».
Según la orden y la declaración jurada de hoy, «en respuesta a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la Oficina de Industria y Seguridad (BIS) del Departamento de Comercio de Estados Unidos ha emitido varias sanciones contra Rusia que imponen controles de exportación y requisitos de licencia para proteger la seguridad nacional y los intereses de la política exterior de Estados Unidos».
«Estas sanciones a Rusia incluyen la ampliación de las prohibiciones a la exportación, reexportación o transferencia dentro del país de aeronaves fabricadas en Estados Unidos y de piezas y componentes de aeronaves a Rusia o dentro de ella sin una licencia del BIS, y eliminan la disponibilidad de cualquier excepción de licencia para aeronaves que sean propiedad de Rusia o de un nacional ruso, o que estén controladas por este país o en régimen de fletamento o arrendamiento», concluyó Driscoll.
Motivo de la incautación
El Boeing y el Gulfstream fueron reexportados a Rusia (es decir, llevados de un país extranjero a Rusia) en violación de la ECRA y de los reglamentos emitidos en virtud de esta, incluidas las recientes sanciones a Rusia.
De acuerdo con lo reportado por Aeroin, el 787 voló a Rusia el 4 de marzo de 2022 sin licencia BIS y sin excepción de licencia, y ahora está en los Emiratos Árabes Unidos. El Gulfstream voló a Rusia los días 12 y 15 de marzo de 2022 sin licencia BIS y sin excepción de licencia, y permanece en Rusia. Ambos aviones son propiedad y/o están controlados por Roman Abramovich, ciudadano ruso, a través de una serie de empresas ficticias en Chipre, Jersey y las Islas Vírgenes Británicas.
Se cree que el Boeing, con matrícula P4-BDL y número de serie del fabricante 37306, tiene un valor aproximado de 350 millones de dólares. Se cree que el Gulfstream, con matrícula LX-RAY y número de serie del fabricante 6417, está valorado en unos 60 millones de dólares.
La investigación se coordinó a través del Grupo Especial KleptoCapture del Departamento de Justicia, un grupo de trabajo interinstitucional encargado de hacer cumplir las amplias sanciones, los controles de las exportaciones y las contramedidas económicas que Estados Unidos, junto con sus aliados y socios extranjeros, impuso en respuesta a la invasión militar no provocada de Ucrania.
