Uno de los principales clientes de Boeing es Southwest, histórico operador de la familia 737 y de su versión -700. Tal es así que cuando el fabricante consideró la variante de reemplazo del NG prácticamente diseñó el -7 con Southwest en la mente.
En octubre de 2021, la confianza de Southwest en el MAX 7 continuaba en alza: había confirmado 16 opciones de la variante, llevando el total a 250 -7 y 149 -8 firmes, y conservaba 252 opciones.
Pero pasaron cosas y el operador, que pensaba contar con 72 737-7 entregados este año, volvió a modificar las opciones y entregas porque ya no cree que el más chico de la familia MAX alcance la certificación este año.
Así, Southwest convirtió cuarenta pedidos de Boeing 737-7 que debían entregarse este año en MAX 8 y difirió una entrega de -7 a 2023, al tiempo que adelantó un -8 que iba a entregarse el año que viene.
No es el primer movimiento de la compañía con los MAX 8 este año: ejerció dieciséis opciones de MAX 8 para su entrega dentro de 2022 y adelantó la entrega de diez opciones de -8 que estaban programadas para 2023.
Además, convirtió 10 opciones de MAX 7 en pedido firme a 2023 y ejecutó dos opciones también para su entrega el próximo año. Esto se suma a la confirmación de quince opciones de MAX 8 para que se entreguen en 2022 y sobre doce MAX 7 para ser entregados en 2023.
Un mal trimestre por el alza del combustible
El resultado del operador fue negativo en el primer trimestre del año; una rareza, ya que en los peores momentos de la crisis sanitaria Southwest mostró una resiliencia extraordinaria.
Pero nadie escapa a un 114 por ciento de incremento en los costos de combustible: los costos operativos totales subieron 161%, a 4.800 millones de dólares. Si bien la compañía indica que enero y febrero fueron flojos -por los últimos coletazos de Omicron- la recuperación de marzo les permitió volver, e incluso superar, a los niveles de ingresos de 2019.
El resultado operativo fue de una pérdida de 151 millones de dólares, resultado pobre si se compara con los 199 millones de ganancia del primer trimestre de 2021. Sin embargo, más allá de la poca confianza en el 737-7, Southwest mira el futuro con un saludable optimismo.