La aerolínea estadounidense JetBlue anunció una serie de medidas e inversiones destinadas a reforzar su oferta de servicios durante la próxima temporada de verano boreal, que se espera alcance cifras récord.
El plan de la compañía incluye la reducción del cronograma de vuelos durante el período estival, el enfoque en la contratación y formación de nuevos empleados, esfuerzos por reducir el tiempo de espera y la cantidad de llamadas de clientes, trabajos proactivos de mantenimiento de las aeronaves y la preparación de instalaciones e infraestructuras.
«Queremos que los clientes que adoran la experiencia de JetBlue confíen en que se la ofreceremos este verano», comentó Joanna Geraghty, presidente y directora de Operaciones de JetBlue. «Las inversiones que estamos haciendo ayudarán a reducir los retrasos y las cancelaciones durante el período de mayor actividad de viajes», agregó.
El plan de la aerolínea aportará mayor flexibilidad a su programación y facilitará la disponibilidad de tripulaciones ante situaciones imprevistas, como las reportadas en los últimos meses a partir de contagios de COVID-19 y eventos climáticos. La empresa asegura que sus instalaciones y tecnologías «están equipadas para hacer frente al aumento de la demanda».
Esto es especialmente importante en su base, el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy (JFK) de Nueva York. Allí, JetBlue está creciendo casi un 50%, gracias a la denominada «Alianza del Noreste», su acuerdo de cooperación con American Airlines para potenciar sus ofertas desde Boston y la Gran Manzana.
JetBlue pronostica un verano récord: operará alrededor de 190 vuelos diarios desde su base de operaciones.
Reducción del cronograma de operaciones
A pesar de la alta demanda esperada por todas las operadoras estadounidenses, JetBlue está tomando medidas para reducir su cronograma de vuelos y aumentar así su fiabilidad. El nuevo esquema añadirá más tiempo para amortiguar eventuales contingencias operativas y disminuirá la presión sobre los recursos humanos, tanto de tripulaciones como de personal en tierra.
Originalmente, la compañía tenía previsto aumentar su capacidad este año entre un 11% y un 15% con respecto a 2019. Con el nuevo plan, el incremento no superará el 5%. El cambio más significativo se verá en el cronograma de verano, que se reducirá en más de un 10% con respecto al plan original. Se utilizarán entre un 10% y un 15% menos de aeronaves en comparación con 2019.
Según Geraghty, adoptar un enfoque de crecimiento más conservador les permitirá «aportar resistencia a la operación».
De todas formas, y a pesar de la reducción, JetBlue crecerá significativamente en los tres principales aeropuertos de Nueva York (John F. Kennedy, LaGuardia y Newark): operará alrededor de 300 vuelos diarios, unos cien más que en 2019.
Contratación y formación de personal para apoyar la programación
El incremento reciente en el volumen de operaciones ejerció presión sobre los recursos de personal de muchas compañías aéreas. JetBlue no fue la excepción. Sin embargo, espera contratar 5.000 nuevos tripulantes con base en Nueva York y potenciar su centro de formación en Orlando, Florida, que fue recientemente ampliado. Además, la compañía aumentó el número de pilotos destinados a llevar a cabo los procesos de entrenamiento y certificación.
Optimización de la atención telefónica
Las últimas interrupciones operativas provocaron un número de llamadas récord, con el consecuente aumento del tiempo de espera asociado. Desde el pasado otoño, JetBlue contrató a más de 1.100 nuevos empleados en el sector. La compañía prevé sumar nuevos colaboradores y contar con el mayor equipo de atención al cliente de su historia durante el próximo verano.
También está trabajando en las capacidades de autoservicio de sus canales virtuales y en otras vías de comunicación.
Finalmente, JetBlue también está trabajando para cancelar preventivamente vuelos en los días en que se pronostique mal tiempo o en casos en que se prevean retrasos debido a problemas de gestión del control del tráfico aéreo por congestión o escasez de personal. El objetivo es suspender las operaciones con un tiempo prudencial de antelación, siempre que la situación lo permita, para que los pasajeros cuenten con más tiempo para ajustar sus planes y reprogramar sus itinerarios.
Reducción de interrupciones debido a novedades de mantenimiento
La compañía reservará aeronaves de manera estratégica. La reducción del cronograma añadirá tiempo para facilitar el adelantamiento de programas de mantenimiento previstos. Además, compró piezas y herramientas con antelación para mitigar posibles retrasos.
Ver también: JetBlue inaugura sus vuelos hacia Milwaukee y Kansas City desde Nueva York y Boston