El Ministro de Defensa de Italia expresó interés en la posibilidad de que su país se sume al programa F-X que busca desarrollar un caza de próxima generación para Japón.
Según el sitio Nippon.com, el ministro de Defensa italiano, Lorenzo Guerini, expresó su interés en la posibilidad de que su país se sume al desarrollo del sucesor de los cazas F-2 de la Fuerza Aérea de Autodefensa japonesa, durante las conversaciones con su homólogo japonés, Nobuo Kish.
Reunidos el martes en el Ministerio de Defensa japonés en Tokio, los dos ministros acordaron promover la cooperación en materia de defensa entre Japón e Italia.
También reafirmaron la importancia de enviar juntos el mensaje de que se oponen a cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo por coerción, aparentemente pensando en las acciones hegemónicas de China.
Además, Kishi y Guerini compartieron la opinión de que la agresión de Rusia contra Ucrania constituye una grave violación del derecho internacional. Estuvieron de acuerdo en que los países con valores fundamentales comunes deberían trabajar juntos como uno solo para afrontar la crisis ucraniana.
¿Italia se aleja del Equipo Tempest?
Italia participa actualmente en el programa Tempest, junto a Suecia y el Reino Unido (quien lidera el programa) para desarrollar la próxima generación de sistemas de dominio aéreo. Es un programa análogo al NGAD de la USAF y el FCAS franco-germano-español.
Entonces, ¿qué podría significar esta declaración del ministro Guerini para el programa trinacional Tempest?
En principio no mucho. Cualquier acción que tome Italia respecto de su participación en el proyecto F-X o su continuidad en el Team Tempest, va a ser precedida por años de negociaciones.
Pero alguna disconformidad de parte de Roma respecto de como marchan las cosas se deja entrever, porque esta no es la primera declaración italiana sobre el futuro del programa en el que participan.
En noviembre del año pasado, el jefe de la Fuerza Aérea Italiana, el General Luca Gorett, aseguró que los programas FCAS y Tempest terminarían por fusionarse, porque era ilógico que Europa invierta tantos recursos en dos programas que darían resultados similares.
«Pero es natural que estas dos realidades se fundan en una sola, porque invertir enormes recursos financieros en dos programas equivalentes es impensable», dijo Goretti a los miembros de las comisiones parlamentarias de defensa italiana aquella vez.
Pero no es lo único que relevante que dijo el General Gorett. También comentó que Italia eligió unirse al programa Tempest, porque consideró que podía desempeñar un papel más importante que en el programa FCAS.
Tomando estos dichos en consideración, el acercamiento italiano al programa F-X japonés podría indicar que no todo es armonía dentro del proyecto liderado por el Reino Unido.
Participación británica en el F-X
Por otro lado, compañías del Reino Unido participan en el desarrollo del F-X a raíz de un acuerdo entre ambas naciones para brindar apoyo tecnológico a fin de acelerar el proyecto japonés.
Rolls-Royce brindará asistencia técnica para desarrollar el motor y ciertas partes del futuro caza japonés. También hay un proyecto de colaboración entre Leonardo UK y empresas niponas, llamado JAGUAR, para desarrollar una nueva generación de sensores para el F-X y el Tempest.
No es ningún secreto que, desde hace un tiempo, Londres busca activamente seducir a Tokio para que se sume al Team Tempest y abandone su camino en solitario.
Por tanto, el acercamiento italiano a Japón podría leerse de varias maneras. Como un genuino interés en abandonar el equipo Tempest y explorar otras opciones, como una maniobra para forzar una renegociación de su participación en el proyecto trinacional o para tender un puente que acerque ambos programas de caza de sexta generación que facilite una eventual fusión. Todo está abierto a la especulación.