El secretario de prensa del Pentágono, John F. Kirby, salió a aclarar que los EE.UU. no deciden sobre si los MiG-29 Fulcrum polacos pueden o no ser transferidos a la Fuerza Aérea Ucraniana.
El comunicado de prensa del pentágono dice lo siguiente:
“Estamos en contacto con el gobierno polaco tras la declaración emitida hoy. Como hemos dicho, la decisión de transferir o no aviones de propiedad polaca a Ucrania corresponde en última instancia al gobierno polaco. Seguiremos consultando con nuestros aliados y socios sobre la asistencia de seguridad que estamos prestando a Ucrania, porque, de hecho, la propuesta de Polonia muestra algunas de las complejidades que presenta esta cuestión.
La perspectiva de que aviones de combate «a disposición del Gobierno de los Estados Unidos de América» salgan de una base de EE.UU. y la OTAN en Alemania para volar en un espacio aéreo disputado con Rusia sobre Ucrania plantea serias preocupaciones para toda la alianza de la OTAN. Sencillamente, no tenemos claro que haya una razón de peso para ello. Seguiremos consultando con Polonia y nuestros otros aliados de la OTAN sobre esta cuestión y los difíciles retos logísticos que plantea, pero no creemos que la propuesta de Polonia sea defendible”.
Aparentemente el revuelo que comenzó hace unos días con el rumor de que Ucrania iba a recibir aviones de combate MiG-29 de parte de algún miembro de la OTAN, tuvo origen en el pedido de asistencia de Volodímir Zelenski a sus pares europeos.
En el día de ayer, tal como publicamos en Aviacionline, Polonia dio un paso al frente y puso a disposición la totalidad de su flota remanente de MiG-29 (entre 16 y 20 unidades) para su transferencia a la Fuerza Aérea Ucraniana.
La propuesta polaca no era entregarlos directamente a Ucrania, sino a los EE.UU.. El plan era llevarlos hasta la base aérea de Ramstein en Alemania, la mayor base de EE.UU. en Europa, y a cambio obtener aviones de combate F-16 usados (otras fuentes hablan de aviones F-15 ), con un importante descuento, para compensar la pérdida de cazas polacos.
Desde allí, sería Norteamérica la encargada de tomar la decisión de entregarlos a los ucranianos, pero la pregunta que no supo responder Polonia, persistía. ¿Desde donde operarían estos MiG-29?
No hay base aérea en Ucrania que esté fuera del alcance de un ataque aéreo o de misiles rusos. Los Fulcrum no durarían mucho en territorio ucraniano. La otra opción era que operaran desde un aeródromo amparado bajo la protección de la OTAN, como Ramstein.
Pero eso era una apuesta demasiado grande, ya que cazas MiG-29 operando desde el extranjero como una Fuerza Aérea en el exilio, supondría que el país que les dé cobijo se coloque como parte beligerante. En este caso, la OTAN colisionaría directamente con Rusia, lo que supondría una potencial escalada de la guerra que fácilmente podría escaparse de los límites de las fronteras ucranianas.
Así que desde EE.UU. le devolvieron la pelota al campo de juego de Polonia. Ellos no están dispuestos a tomar esa decisión.