El Dassault Falcon 6X completó las pruebas de baja temperatura, superando así otra marca en el camino hacia la certificación. El fabricante prevé contar con la aprobación del modelo hacia finales del año en curso.
Durante las pruebas, el equipo de ingenieros -formado por técnicos y pilotos de Dassault y del fabricante de los, motores Pratt & Whitney Canada- sometió al equipo a temperaturas de hasta -37 °C. Todos los ensayos se realizaron en Iqaluit, una ciudad situada en la gélida tundra del extremo norte de Canadá.
Carlos Brana, Vicepresidente Ejecutivo de Aviones Civiles de Dassault, señaló sobre los ensayos que «el Falcon 6X sigue impresionándonos con su rendimiento y fiabilidad. El avión funcionó sin problemas aún sometido a las temperaturas extremas del norte canadiense, donde se encuentran algunas de las condiciones climáticas más severas a las que se someten a las aeronaves durante su certificación».
El directivo señaló que durante las pruebas se analizó el rendimiento de los motores, los distintos sistemas a bordo, y se analizan los requisitos de mantenimiento a bajas temperaturas. La modalidad de ensayo consistía en dejar el avión a la intemperie durante las noches y someterlo a diferentes secuencias de arranque cada mañana para analizar el rendimiento de cada sistema.
Se realizaron pruebas de motores y de rodaje a alta velocidad luego de cada arranque. Las pruebas en tierra eran seguidas de un vuelo durante el cual se comprobaban los sistemas de deshielo y las características de vuelo, además de la estabilidad de temperatura del combustible y del fluido hidráulico. El 6X soportó un total de 50 horas de pruebas en frío en el Ártico, y ya ha acumulado alrededor de 650 horas de vuelo en más de 220 ciclos.