Tras cinco años de intensas deliberaciones, el Gobierno de Canadá ha seleccionado al Lockheed Martin F-35 Lightning II como sustituto de la envejecida flota de CF-18 Hornet. La RCAF mantendrá su necesidad inicial de ochenta y ocho aviones y equipos de apoyo.
En noviembre de 2021, Canadá seleccionó a los dos contendientes finales de la licitación: El F-35 y el SAAB Gripen NG. Aunque el coste de la hora de vuelo siempre ha sido un problema para el F-35, se sabe que los esfuerzos para situarlo por debajo de los 30.000 dólares están mostrando progresos y ese factor, sumado al importante número de aliados de la OTAN que han seleccionado el Lightning II –Alemania ha confirmado su elección no hace ni una semana- sobre el Gripen, mejorará su interoperabilidad.
Filomena Tassi, ministra de Servicios Públicos y Adquisiciones, ha declarado que «este anuncio marca otro hito importante en el proceso competitivo de Canadá para adquirir modernos aviones de combate para la Real Fuerza Aérea Canadiense. Los canadienses están muy orgullosos de sus Fuerzas Armadas, y es importante asegurarse de que disponen de lo que necesitan para mantener a Canadá a salvo y segura.»
La compensación industrial
Se supone que la participación industrial del complejo aeroespacial canadiense es uno de los factores decisivos para la elección del F-35 para Canadá. Lockheed Martin ha accedido a una importante compensación, creando puestos de trabajo y transfiriendo una buena cantidad de conocimientos en los procesos de fabricación.
Interoperabilidad en la OTAN
Reconociendo que estos aviones de combate deben servir eficazmente a la RCAF y a los canadienses durante las próximas décadas, Canadá evaluó estos aviones frente a escenarios típicos conocidos por los aliados de la OTAN y el NORAD, que se adaptaron además para satisfacer las necesidades de la RCAF, incluida la singular geografía septentrional de Canadá.
«Es fundamental que los pilotos actuales y futuros de la Real Fuerza Aérea Canadiense cuenten con los equipos más avanzados disponibles para garantizar que puedan realizar el importante trabajo que les pedimos», declaró Anita Anand, ministra de Defensa Nacional.
«Este proyecto de adquisición para la RCAF -el mayor en más de tres décadas- contribuirá a garantizar que Canadá pueda seguir defendiendo América del Norte, mejorar nuestra soberanía en el Ártico y cumplir nuestras obligaciones con la OTAN y el NORAD frente a las amenazas actuales y emergentes. Los canadienses pueden confiar en que este proceso competitivo ofrecerá los mejores resultados para nuestras Fuerzas Armadas canadienses durante las próximas décadas», concluyó.
Preparativos adicionales
Durante este proceso, el gobierno ha estado preparando simultáneamente las dos principales bases de operaciones para los futuros aviones de combate de Canadá, el 4 Wing Cold Lake y el 3 Wing Bagotville, mediante la adjudicación de dos contratos para llevar a cabo mejoras de infraestructura para apoyar la entrega de estos futuros cazas.
El 27 de agosto de 2020, Defensa Nacional anunció un contrato de 9,2 millones de dólares a EllisDon en Edmonton para el diseño de una nueva instalación de aviones de combate en el Ala 4 de Cold Lake.
El 2 de octubre de 2020, Defensa Nacional anunció un contrato de 12,1 millones de dólares a EllisDon-EBC Inc. Joint Venture de Ottawa para el diseño de una nueva instalación de aviones de combate en el Ala 3 de Bagotville. Esta infraestructura apoyará el mantenimiento y el funcionamiento a largo plazo de estos nuevos aviones y hace que Canadá esté un paso más cerca de proporcionar la infraestructura que nuestros aviadores necesitan para el futuro.
En el futuro, el Gobierno de Canadá seguirá trabajando para que las aeronaves se entreguen ya en 2025.