Según una carta emitida el 10 de noviembre al regulador del mercado financiero chileno (Comisión para el Mercado Financiero – CMF) compartida con la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC), la provisión de fondos a LATAM Airlines será realizada en su totalidad por un grupo de prestamistas compuesto por Oaktree Capital Management, Apollo Management Holdings y ciertos capitales, cuentas y entidades asesoradas por ellos.
Se trata de los prestamistas del «Tramo B», quienes se comprometieron a proporcionarle a LATAM una financiación de hasta 750 millones de dólares. Su propuesta de financiación -la «Enmienda del Tramo B» del Acuerdo de Crédito DIP- fue aprobada por el Tribunal de Quiebras de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York el pasado 18 de octubre, tras recibir la aprobación del Consejo de Administración de LATAM el 29 de septiembre.
El miércoles 10 de noviembre se firmó la Enmienda del Tramo B y, por lo tanto, se incorporó al Acuerdo de Crédito DIP, lo que le permite a LATAM tomar prestados 200 millones de dólares para utilizarlos en su operación, según lo que dice el grupo.
De acuerdo con lo que explica el contrato de crédito, la compañía ya tiene acceso a una financiación del «Tramo A» de 1.300 millones de dólares y del «Tramo C» de 1.150 millones de dólares. Hasta la fecha, LATAM ha dispuesto de 1.650 millones de dólares de los tramos A y C.
A través de nuestro medio asociado Aeroin, sabemos que la línea aérea y sus filiales en Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Perú y Brasil, están bajo la protección de quiebra del Capítulo 11 de Estados Unidos desde mayo del año pasado.
Los préstamos deberán ser utilizados para la continuidad del negocio; para mantener las relaciones comerciales con los vendedores, proveedores, transportistas y clientes; para pagar las nóminas; para realizar gastos de capital; para hacerle frente a los gastos de gestión de sus activos y para cumplir con otros objetivos corporativos generales y de capital circulante de la compañía.
