Según declaraciones del director de Sostenibilidad y Finanzas de Ryanair, Thomas Flower, al medio irlandés The Business Post “los aviones de propulsión eléctrica no serían viables para la industria de viajes en los próximos 15 años”.
Los dichos de Flower se ajustan, claramente, a los planes de la compañía low cost más grande de Europa que, si bien cuenta con programas orientados a descarbonizar sus operaciones, no encuentra en la propulsión eléctrica una solución rentable y aplicable a mediano plazo.
Es que, por el momento, los desarrollos de aviones eléctricos se están enfrentando al gran desafío que representan la autonomía y la velocidad, factores que resultan clave para las operaciones de las aerolíneas. En ese sentido, el director de Sostenibilidad y Finanzas de Ryanair aseguró que “en base a la tecnología actual que se está desarrollando, es probable que los aviones eléctricos sólo brinden opciones de vuelo de corto alcance, y eso hace que sea un poco más desafiante respecto a cómo funcionaría en nuestra operación”.
Pero la aerolínea irlandesa está trabajando en algunas iniciativas para reducir las emisiones a partir de la utilización de combustible de aviación sostenible -SAF, por su sigla en inglés-. De hecho, a principios de 2021 Ryanair estableció una asociación con el Trinity College Dublín, universidad con la que planea investigar opciones de combustibles sostenibles en colaboración con el Centro de Investigación de Aviación Sostenible de Ryanair.
La aerolínea ya invirtió más de 1,5 millones de dólares en esta asociación, con el objetivo de iniciar proyectos para producir combustibles a partir de aceites y residuos vegetales, que pueden ser utilizados para administrar en su flota. Los planes de la compañía contemplan, hacia 2030, que uno de cada ocho vuelos sea operado con un combustible de aviación sostenible.
En cuanto a los desarrollos de aviones eléctricos, los grandes actores de la industria están trabajando fuertemente para introducir innovaciones que permitan diseñar y producir aeronaves con cero emisiones que se adapten a las necesidades del mercado.
Tal como lo venimos desarrollando en nuestra sección Aviación Sostenible, pareciera ser que el sector aerocomercial está llegando al consenso generalizado de promover la sostenibilidad de la industria para los próximos 20-30 años. En ese sentido, los aviones de propulsión eléctrica, los combustibles de aviación sostenible, el hidrógeno, los biocombustibles, los combustibles sintéticos, y el diseño de aeronaves con un consumo más eficiente, serán algunas de las piezas clave para provocar el cambio.
