Mediante la Resolución 366/2021, el Estado Nacional, a través de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), dispuso la aprobación del texto de la Edición 2021 del “Plan de Acción del Estado Argentino para la Reducción de Emisiones de CO2 en la Aviación”, que refuerza el compromiso de la República Argentina con los objetivos planteados por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en relación a las emisiones de CO2 y al cambio climático.
La actualización del plan contó con la colaboración de distintos organismos y empresas del Estado, relacionados con la industria aerocomercial, entre ellos, la ANAC; el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA); Aerolíneas Argentinas e Intercargo; la Empresa Nacional de Navegación Aérea (EANA) y el Ministerio de Transporte de la Nación. Además, participaron el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y la Dirección de Asuntos Ambientales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
El nuevo plan actualiza el fijado en 2014, que contemplaba distintas iniciativas para reducir las emisiones de dióxido de carbono de las operaciones aerocomerciales en Argentina. En ese momento, Aerolíneas Argentinas confeccionó además el Plan de Eficiencia de Combustible con el que abordó la renovación de su flota y llevó a cabo algunas medidas para reducir el peso de las aeronaves y mejorar los sistemas operativos. Según un informe publicado por la ANAC, la línea aérea de bandera ha sostenido una reducción progresiva de consumo de combustible por kilómetro pagado del 2% interanual.
En números, las emisiones de la operación aerocomercial en Argentina, según datos de la ANAC, fueron en 2019 alrededor de 3.220.452 tCO2 – con 245.894 vuelos comerciales-, de las cuales el 97% correspondió a emisiones generadas por las líneas aéreas con matrícula argentina y, el 3% restante a los ámbitos aeroportuarios.
Asimismo, se abordó la reducción de emisiones a partir de la eficiencia en la gestión aeroportuaria, en la que la creación de EANA tuvo un importante impacto. La renovación de aeropuertos, así como la instalación de radares primarios, secundarios y meteorológicos, y la optimización del espacio aéreo han contribuido a la eficiencia de las operaciones.
No obstante, una cuenta pendiente es la promoción de la utilización de combustibles de aviación sostenible -SAF, por su sigla en inglés- como una herramienta indispensable para reducir la huella de carbono a corto plazo. En este sentido, sólo se organizó un grupo de trabajo y se firmaron convenios con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), pero aún no hay certezas sobre su potencial utilización en el mercado argentino.
El nuevo Plan de Acción del Estado Argentino para la Reducción de Emisiones de CO2 en la Aviación busca informar acerca de las iniciativas que el Estado viene llevando a cabo durante los últimos años y plantear nuevos objetivos para el mediano y largo plazo, en consonancia con las medidas que se están tomando en todos los mercados del mundo y en las que intervienen los estados, las empresas que forman parte del ecosistema aerocomercial y organizaciones de la sociedad civil.
La República Argentina participa en el Plan de compensación y reducción de carbono para la aviación internacional -CORSIA, por su sigla en inglés- pero por su baja producción de emisiones en relación con el total global no la obliga a ingresar en la fase de compensación, No obstante si aplica los requisitos del sistema de vigilancia, notificación y verificación de combustible.
Bajo los criterios propuestos por el CORSIA, desde el 1 de enero de 2019, todas las operaciones aéreas con matrícula argentina, tanto nacionales como internacionales, deben registrar y notificar anualmente a la ANAC los datos de emisiones de CO2 conforme al Plan de Monitoreo de Emisiones (EMP) desarrollados para tal fin. En 2019, la única aerolínea que presentó su informe verificado de emisiones fue Aerolíneas Argentinas.
Entre las 44 iniciativas propuestas en el nuevo Plan se encuentran:
Navegación aérea: la instalación de nuevas estaciones meteorológicas automáticas (AWOS), la modernización de los sistemas de ayuda a la aproximación y al aterrizaje (ILS), la instalación de nuevos radares y la modernización de los existentes, la optimización de las trayectorias de vuelos y el espacio aéreo en ruta.
Aeropuertos: la separación de residuos sólidos, la renovación de escaleras y otros equipamientos de apoyo en tierra, la construcción y renovación de pistas, calles de rodaje y salidas rápidas en todo el Sistema Nacional de Aeropuertos, iluminación led, inventario de emisiones, renovación flota de vehículos de apoyo en tierra.
Líneas Aéreas (Por el momento, sólo Aerolíneas Argentinas): la configuración de flaps de aterrizaje y despegue para mejorar la eficiencia y modernización de flota, disminución de peso a bordo, operaciones con velocidades ECON o CI reales, uso de reversores en idle durante el aterrizaje en determinadas condiciones, Taxi-in con un solo motor en todas las flotas, focalización del Aeropuerto de Rosario como alternativa óptima de Aeroparque.
También se adoptarán y/o reforzarán algunas medidas complementarias, como capacitaciones sobre transporte aéreo y cambio climático; impuesto al dióxido de carbono, que se aplica a todos los combustibles a excepción del gas natural desde 2017 y que en 2018 tiene una tasa de 1,463 pesos por litro de combustible de aviación; regionalización del Aeroparque Jorge Newbery; Desarrollo de biocombustibles para aviación.
Todas estas medidas, algunas de ellas que ya están siendo implementadas, tienen por objetivo reducir las emisiones de CO2 y el impacto ambiental en general producido por la industria aerocomercial en nuestro país a partir de mejorar la eficiencia desde todas las áreas que intervienen en la industria.
Según indica la ANAC, la aviación civil en Argentina ha venido creciendo de manera sostenida durante los últimos 20 años y se proyecta que las operaciones aumenten en el futuro. Ante este panorama es necesario que el Plan recientemente anunciado cumpla con las expectativas del Estado Nacional y de los organismos internacionales, así como con la tendencia mundial para promover el futuro sostenible de la aviación.