El gobierno regional de la Cerdeña ha convocado esta semana a once compañías aéreas que operan a nivel nacional para que presenten propuestas en seis rutas de la región insular de Italia a las principales ciudades del continente, en un servicio de obligación pública conocido en el país como «continuità territoriale» (continuidad territorial).

Las seis rutas son atendidas actualmente por Alitalia; la compañía, sin embargo, dejará de operar el 14 de octubre, dejando los servicios subvencionados sin operador.

Por ello, el «procedimiento de urgencia» evaluará los candidatos más adecuados para cada servicio sólo hasta la fecha en que finalice el contrato de Alitalia: el 14 de mayo de 2022. Después, el gobierno local lanzará una nueva convocatoria.

Estos servicios conectan Alghero, Cagliari y Olbia con los aeropuertos de Milán-Linate y Roma-Fiumicino.

Las compañías aéreas invitadas son Air Malta, Blue Air, Blue Panorama/Luke Air, Danish Air Transport (DAT), easyJet, ITA (la estatal que «sucederá» a Alitalia), Neos Air, Ryanair, Volotea, Vueling y Wizz Air.

Para ser incluida en la lista, el reglamento actual exige que la Región «invite a las compañías aéreas con red en las rutas nacionales [que estén] potencialmente interesadas a manifestar la voluntad irrevocable de servir las rutas aéreas», dicen las convocatorias. Por lo tanto, es correcto deducir que el gobierno regional puede haberse referido a «Malta Air», y no a «Air Malta» en la invitación, ya que sólo la primera – un brazo del grupo Ryanair – opera a nivel nacional en Italia.

Il Sole 24 Ore, el principal diario económico de Italia, informa de que las subvenciones para el periodo de siete meses son del orden de 37 millones de euros en total, mientras que el pago para el próximo contrato de dos años ronda los 46 millones de euros anuales.

«Las ofertas», advierte la Región en un comunicado, «serán evaluadas desde el punto de vista técnico y económico».

El tamaño del desafío

Las operaciones de continuidad territorial de Alitalia en la Cerdeña son considerables.

Según los datos recogidos por Aviacionline con la ayuda de Diio Mi de Cirium, en septiembre Alitalia está ofreciendo, en las rutas mencionadas, 283.038 plazas. Esto se traduce en 1.758 vuelos, operados en su mayoría por los Airbus A319/A320/A321, y un pequeño número de vuelos con el Embraer 175.

Por suerte para las compañías aéreas invitadas, los contratos se ofrecen ruta por ruta, lo que significa, por ejemplo, que Volotea podría elegir la ruta Olbia-Fiumicino, mientras que Ryanair podría hacerse con el contrato Alghero-Linate.

En las condiciones actuales, además, los billetes en las operaciones de continuidad territorial tienen una tarifa sola, cuyos ingresos van todos a la aerolínea.

Aunque la idea es promover un servicio asequible para los sardos que necesitan llegar al continente, esto puede ser contraproducente, sobre todo en la mente de los responsables por el revenue management de las compañías ultra low-cost que prestan servicio en Italia.

Efectivamente, esto significa que las tarifas de última hora son previsibles, pero si un pasajero reserva con mucho más tiempo de antelación, podría haber conseguido un trato mucho mejor. Y esto es exactamente lo que ocurre en estas rutas.

Es decir, aunque puede que no sea la mejor idea reservar con Ryanair de Cagliari a Roma (en el aeropuerto de Ciampino, de menor coste) para volar mañana, definitivamente lo es si se planifica con antelación.

Así que esta falta de flexibilidad con respecto al revenue management podría alejar a estas aerolíneas de ultra bajo coste de hacer ofertas para estas rutas, a pesar de su gran presencia en el mercado italiano – y por lo tanto un gran número de recursos y personal en el país. Al final, ITA podría conseguir sus primeros buenos contratos después de todo, ya que heredará los aviones de Alitalia.

Hay que tener en cuenta que el plazo es muy corto y que el tamaño de las operaciones es enorme. Por otra parte, los contratos comienzan – y expiran – justo en la temporada de invierno, donde la demanda en Europa es mucho menor y, por tanto, la ociosidad de activos y personal es mayor.