NASA acordó ayer con SpaceX, la compañía espacial fundada por Elon Musk, detener temporalmente el desarrollo de su lunar lander. Esto se produce luego de la presentación de una demanda por parte de Blue Origin, uno de los competidores de SpaceX. Blue Origin fue fundada por Jeff Bezos, creador de Amazon y habitué luchador con Musk por el puesto de persona más rica del mundo.
La demanda fue presentada por presuntas irregularidades en la adjudicación de un contrato de 2.900 millones de dólares. Este fue adjudicado a SpaceX el 16 de abril del corriente año. Blue Origin dijo que su demanda -presentada ante el Tribunal Federal de Reclamaciones- busca «remediar las fallas en el proceso de adjudicación».
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Ahora, y a la espera de la resolución judicial, NASA anunció que se pausará el desarrollo del sistema de aterrizaje humano (HLS) hasta el 1 de noviembre. «A cambio de esta suspensión temporal, las partes acordamos una abreviación en los plazos del litigio», dijo la agencia espacial en un comunicado. El mismo deberá concluir el 1 de noviembre.
En un dictamen emitido el mes pasado, el tribunal de cuentas adhirió a la postura de NASA y respaldó la decisión de contratar un único proveedor, efectivamente rechazando la protesta de Blue Origin.
Este litigio se da en el marco del programa Artemis, que buscará colocar humanos en la superficie lunar por primera vez desde 1972. SpaceX se hizo con el contrato gracias a su Starship HLS, un vehículo basado en su plataforma Starship. El desarrollo de Starship (y su primera etapa Super Heavy) se está realizando en Starbase, nombre otorgado por SpaceX a su sede en Boca Chica, Texas.