Al igual que EE.UU., Reino Unido, India o Alemania, España también dio inicio al establecimiento de un puente aéreo para evacuar a sus ciudadanos que queden en Afganistán, desde el aeropuerto de Kabul.
El Ministerio de Defensa y el de Asuntos Exteriores anunciaron el comienzo del dispositivo de evacuación, tras el aterrizaje en Dubai del primer A400M del Ejército del Aire (EdA).
#BuenosDías
El A400 del #Ala31 @EjercitoAire despegó anoche rumbo a Dubái para repatriar al personal español y sus colaboradores afganos. Así se realizó la preparación del vuelo, donde también embarcó un equipo del Batallón CIMIC @EjercitoTierra y del #EADA del Ejército del Aire. pic.twitter.com/Fvb6o8cMJ1— Ministerio Defensa (@Defensagob) August 17, 2021
«El avión A400M de las Fuerzas Armadas españolas que partió anoche desde la base aérea de Zaragoza ha aterrizado esta mañana en Dubai, tal y como estaba previsto. Además, la segunda aeronave A400M ha despegado también desde la base aragonesa hace unos minutos con rumbo a Dubai», señalaron a través de un comunicado de prensa.
«Estos aviones cubrirán la primera fase de repatriación del personal de la embajada, de los españoles que quedan en ese país, así como de todos aquellos afganos y sus familias que durante años han colaborado con nuestro país. La tripulación de estos aviones está compuesta, entre otros, por pilotos del Ala 31 de Zaragoza, personal del batallón Cooperación Cívico Militar (CIMC) del Ejército de Tierra y del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) del Ejército del Aire. Con este dispositivo se pretende dar respuesta a las difíciles condiciones de la evacuación», agregaron.
A partir de hoy, al menos uno de los A400M españoles debería empezar a realizar los vuelos de ida y vuelta entre Kabul y Dubai para ir rescatando al personal español y aliados afganos que se ya se encuentre en el aeropuerto.
El verdadero problema radica en cómo rescatar a quienes no llegaron al aeropuerto antes de que Kabul fuera completamente conquistada por las milicias talibanes. En este momento, la ciudad capital de Afganistán está repleta de puntos de control donde milicianos armados interceptan e investigan cada movimiento de personas y vehículos. Realmente va a ser una epopeya para estas personas (en particular lo aliados afganos y sus familias) llegar al aeropuerto sin ser detenidos en el camino.
En esa línea de trabajo continuo acaba de despegar desde Zaragoza el segundo avión A400M de las Fuerzas Armadas rumbo a Dubái.???? pic.twitter.com/tUHZ809nk5
— Ministerio Defensa (@Defensagob) August 17, 2021
Cada cual por su lado
Otro punto a destacar de esta trágica situación, es la aparente descoordinación de los aliados al nivel OTAN de estas operaciones de evacuación. La fulminante velocidad con la que los talibanes se hicieron con Kabul, tomaron al mundo por sorpresa (incluidas las principales agencias de inteligencia), lo cual seguramente atentó contra cualquier plan incipiente de acción conjunta, si es que lo había.
Fue EE.UU. el primero en reaccionar, movilizando a sus aviones de carga pesada C-17 Globemaster para llevarse a cuanta persona pudieran meter dentro. Y pese que las aeronaves estaban despegando con bastante más de 600 pasajeros a bordo (se habla de un vuelo con 800 pax), vimos traumáticas escenas de personas que, en su desesperación, decidieron aferrarse al avión aún mientras despegaba.
En ese contexto, los diversos aliados de la OTAN, que intervinieron en mayor o menor medida durante los 20 años de ocupación y combates en Afganistán, tardaron en reaccionar y poner en ejecución un puente aéreo para evacuar a su gente y a aquellos locales que colaboraron con ellos. Y las acciones que se están comenzando a llevar a cabo ahora, no son anunciadas como una estrategia concertada y coordinada entre aliados, sino como respuestas anómicas, de carácter absolutamente nacionales.
Afganistán está resultando ser una prueba de fuego para el compromiso, capacidad de respuesta a crisis y capacidad organizativa de los países aliados y miembros de la OTAN/NATO.