El programa franco-alemán para un Sistema de Guerra Aerotransportada Marítimo (MAWS), que debía reemplazar a los P-3 Orión alemanes y Breguet Atlantique 2 franceses con una aeronave nueva, está a punto de ser cancelado por Francia, tras el abandono tácito de Alemania.
Según el diario La Tribune, París anunciará pronto el final de su participación en el programa MAWS franco-alemán y recurrirá a una solución totalmente francesa. La decisión de Alemania de comprar cinco aviones P-8A Poseidon (Boeing) a los Estados Unidos por 1.430 millones de euros, molestó mucho en Francia.
En un principio, Alemania había decidido modernizar su flota de 8 P-3C, adquiridos a Holanda en el 2006 y operados por la Marineflieger (el brazo aéreo de la Armada de Alemania). Mientras tanto, Francia llevaba a cabo su propio programa de modernización de sus Breguet Atlantique 2 (ATL2), y juntos, buscarían desarrollar un nuevo sistema de combate marítimo aerotransportado, que no solo incluiría al avión, sino que sumaría drones, satélites, etc, todo integrado.
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Airbus había mostrado unos conceptos muy interesantes sobre una familia de aviones de misión especial, basados en el A320 Neo, de los que el principal hubiera sido su propuesta para el MAWS, y un competidor directo del P-8A.
Pero al final Alemania decidió dejar sin efecto la modernización de los Orión y adquirir cinco Boeing P-8A Poseidón en su reemplazo.
Desde Alemania, sostienen que se trata de una solución interina, pero realmente nadie lo cree. Con los P-8 la Marineflieger cubrirá su necesidad de exploración marítima lejana por los próximos 30 años, dándole un tiro de muerte al MAWS.
Francia y Alemania, últimamente, están teniendo muchos problemas para llevar armónicamente sus proyectos de defensa comunes.
Además del sistema de patrulla marítima, ambas naciones están desarrollando un tanque de nueva generación, que reemplace al Leopard A7 y al Leclerc y el sistema de combate aéreo de próxima generación FCAS, ambos programas de la máxima importancia, y que están pasando por malos momentos.
Ahora Francia tendrá que buscar una solución por su cuenta, que podría venir de la mano de Dassault y su familia Falcon. A finales del año pasado, se ultimaron los detalles para la compra, por parte de la Marine Nationale de 12 Falcon 2000LXS convertidos en aviones de vigilancia marítima.
Y aunque los Falcon pueden ofrecer capacidad de exploración e inteligencia marítima lejana, a un relativo bajo precio, claramente estará por debajo de las capacidades de un A320Neo dedicado o de un P-8A.
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Hay que ver cómo resuelve Francia la desaparición del programa MAWS, y cómo impactará en las relaciones franco/germanas dentro de los otros programas de defensa compartidos.
Esta es una gran oportunidad para el C-295 MPA de Airbus.
Propuesto por España para el MAWS europeo original, antes de retirarse los españoles tempranamente del programa; al no ser elegida esta aeronave española como base de los diseños a acometer.
Pero, ahora, que el programa es exclusivamente francés, tiene menor presupuesto y busca sólo complementar los aviones Dassault Falcon 2000 franceses encargados; la propuesta española de unos cuantos C-295 MPA hispanos con componentes franceses, e incluso con co-producción hispano-francesa, podría funcionar.
En un caso inverso y similar al avión comercial Dassault Mercure, co-producido entre la francesa Dassault-Breguet y la española CASA en los años 1970; como rival del A300 de Airbus y el B737 de Boeing.
Entonces, truncada por la anexión estatal de la sociedad española en EADS (luego Airbus) entre 1971 y 1999, y el fracaso comercial del Mercure totalmente francés.
Una pena, no haber dispuesto de esta plataforma aérea nacional a reacción para las aerolíneas españolas, latinoamericanas y europeas; y en tareas de transporte tropas y suministros, de avión presidencial; como SIGINT, AEW&C, gunship; o claramente, de patrulla naval*.
Lo cual hubiera supuesto para España un valor económico aeroespacial y estatal muy elevado a nivel nacional y mundial, durante décadas que han sido de involución industrial en el país mediterráneo.
Tal como, han ido demostrando las propias aeronaves C-295, últimos «pájaros» diseñados e introducidos por la CASA española, antes de su asimilación final europea.
* Incluso, haber servido como base de un sistema de lanzamiento espacial aerotrasportado nacional para el INTA español, basado en el cohete Pegasus XL norteamericano (que lanzó en 1997 el satélite Minisat 01 español desde la base aérea de Gando en Canarias, y compatible con la siguiente generación satélites Nanosat españoles (01 y 1b); finalmente lanzados como carga secundaria de otros lanzadores internacionales en 2004 y 2009), y luego, en el actualmente propuesto y similar lanzador PILUM español del INTA. El cual utilizará cazabombarderos F-18 Hornet del Ejército del Aire (y el Espacio) de España, decomisados y comisionados para dicha tarea.
Además, el fracaso del avión comercial Dassault-Mercure de la Dassault-Breguet, con participación española; supondría la ulterior asociación de la francesa Safran con la rusa Sukhoi en el SSJ 100 para seguir buscando ese avión comercial nacional francés alternativo a Airbus y Boeing.
Igual que la potente colaboración naval franco-italiana en las FREMM y Horizon, franco-rusa en los Mistral, franco-malasia-egipcia en las Gowind, franco-australiana en los Attack y franco-brasileña en los Scorpène se gestaría después de la disolución de la asociación entre la francesa DCNS (hoy Naval Group) y la española Bazán (hoy Navantia) desde los años 1960. Asociada esta ruptura a los proyectos de submarinos S-80 (Plus) español y Scorpène francés entre 2004-2009.
El error tremendo lo comete Airbus dejando sin efecto el programa del A-320 MPA . El tiro de muerte se lo ha dado la propia industria europea obviando y desechando un elemento tan vital para la Defensa como es un sistema de patrulla marítima y antisubmarina de carácter propio y con la importancia añadida de conseguir un estatus de independencia tecnológica e industrial aún mayor si cabe al ampliar el portafolio de capacidades enfocadas para tal fin .
La política francesa de ser paneuropeo hasta que te da una » puñalada por la espalda » como hizo con la venta de rafale a Grecia, maltratando a Alemania o la doble o triple puñalada a la industria naval española con los contratos de Grecia, India y Australia. Está probando su propia y cruel medicina, esperemos que aprenda la lección, sino se pueden dar por finados los proyectos europeos donde la presencia de los chovinistas galos realicen la misma operación que han realizado los estadounidenses con ellos en Australia.