El gobierno francés anunció este viernes su plan de reapertura de fronteras para el turismo extranjero, uno de los más ambiciosos entre los principales mercados europeos.
A partir del 9 de junio podrán ingresar por turismo al país los extranjeros no residentes dependiendo de su lugar de origen y su estatus de vacunación.
Básicamente se crearon tres categorías de países: lista verde, lista naranja y lista roja, siguiendo un modelo similar al británico, aunque mucho más flexible.
La lista verde está compuesta por los países de la Unión Europea y Andorra, el Vaticano, Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, San Marino, Suiza, Australia, Israel, Japón, Líbano, Nueva Zelanda Singapur y Corea del Sur. Quienes provengan de esos países y tengan completo el calendario de vacunación contra el COVID-19 pueden ingresar libremente. Si no están vacunados deben realizarse un test PCR o de antígeno 72 horas antes de la partida.
La lista naranja abarca a todos los países excepto por los que están en la lista roja o verde. En este caso, quienes estén vacunados deben realizarse un test PCR (72 horas antes) o de antígeno (48 horas antes). Quienes no estén vacunados pueden ingresar a Francia por razones especiales, realizarse tests antes de partir, someterse a otro testeo al arribo, y autoaislarse por siete días tras la llegada a Francia.
Por último, la lista roja está formada por Argentina, Bahrein, Bangladesh, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, India, Nepal, Pakistán, Sudáfrica, Sri Lanka, Turquía y Uruguay. En estos casos los vacunados solo pueden ingresar por razones especiales, realizarse un test antes de partir, otro al arribar y autoaislarse por siete días. En caso de no estar vacunados, la cuarentena es de 10 días y controlada por las autoridades.
El dato clave es que las vacunas aceptadas son las aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos al día de hoy: Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Jonhson & Johnson.