Breeze Airways, la nueva empresa del brasileño David Neeleman, cedió en parte a la presión de los tripulantes de cabina de pasajeros y los sindicatos, flexibilizando las reglas de contratación.
La aerolínea, que nació en Estados Unidos con aviones Embraer anteriormente utilizados por su hermana” Azul Linhas Aéreas, tiene su sede en el estado de Utah. En preparación para el inicio de operaciones, previsto para mediados de este año, se asoció con una universidad local para que los estudiantes online trabajen como tripulantes de cabina.
Lo que puede parecer una gran primera oportunidad laboral con un gran beneficio, ya que Breeze también pagará la matrícula universitaria y su alojamiento, se transformó en polémico porque el contrato de trabajo se limitaba al tiempo de graduación, y también por posible discriminación por edad.
Sara Nelson, presidente de la Association of Flight Attendants-CWA, dijo a la agencia Bloomberg que «el objetivo principal de un programa de trabajo y estudio es poder obtener experiencia en un área profesional. Este programa es lo contrario. Tan pronto como obtengas la experiencia ya no calificas para él».
Tras el inicio de la polémica, desde Breeze manifestaron que abrirán vacantes para quienes no se estudien en la Utah Valley University, pero que también sería por un contrato de cuatro años, con el objetivo de que no alcancen seniority y sigan un plan de carrera en esa área (aunque pueden aplicar a otros puestos).
Ahora, según Bloomberg, la compañía ha modificado las reglas para quienes no estudian en Utah Valley, y aunque no detalla la duración del empleo, la edad mínima se ha elevado de 18 a 20 años y se requiere un diploma de escuela secundaria.
Según la empresa, la medida sirve para atraer más tripulantes, ya que el acuerdo con la universidad no cubriría la demanda de la empresa. En los EE. UU., los TCP no necesitan tomar un curso aprobado antes de solicitar la vacante, siendo la aerolínea la responsable de capacitar al postulante.