La retirada de los hielos del ártico, por efecto del cambio climático, permitirá la apertura de nuevas rutas marítimas (transpolares) y el acceso a recursos energéticos y mineros aún no explotados. Una carrera por la militarización del ártico ha comenzado, todos los analistas militares y geopolíticos están de acuerdo, con Rusia a la delantera.
La Federación Rusa está estableciendo bases militares permanentes de grandes dimensiones arriba del círculo polar ártico. Están en el proceso de creación de unidades de combate árticas con doctrinas desarrolladas ex profeso y equipamiento militar propio adaptado para operar en el frio extremo.
Como parte integral del posicionamiento estratégico ruso en la región, la Fuerza Aérea Rusa (VVS) está creando un grupo de aviación ártica para vigilar, controlar e intervenir en todo el polo norte.
El periódico Izvestia publicó una interesante nota sobre el poder aéreo ártico y sus misiones.
Según fuentes consultadas en el Ministerio de Defensa por Izvestia, a partir del 2021 comenzarán a operar de manera continua las bases aéreas árticas y se va a destacar en ellas aviones y helicópteros de forma permanente. Será la primera vez en la historia que una nación implemente un grupo de aviación de forma permanente en la región.
Fuerzas del Norte actuales
Las fuerzas que emplea Rusia para defender su enorme litoral marítimo del ártico son considerables. Se trata de una responsabilidad compartida entre unidades de la Fuerza Aérea y de la Armada rusa.
En los extremos Este y Oeste, que son las salidas al mar de Rusia y los puertos comerciales, se pueden encontrar varios modelos de aviones y helicópteros, con funciones de defensa aérea, reconocimiento, búsqueda y rescate, lucha antisubmarina y transporte. Se trata de aeronaves como los Su-33 y MiG-29K y la familia de helicópteros Kamov Ka-27/29 navales, aviones de patrulla marítima y reconocimiento Tu-142M e Il-38N, aviones de defensa aérea Su-27 y MiG-31BM, aviones de reconocimiento táctico Su-24M, así como una amplia variedad de aeronaves de transporte de todo tipo.
En el sector central es por donde se esperaba, en épocas de la Guerra Fría, la entrada de bombarderos estratégicos o misiles de crucero enemigos, es por ello que se despliegan principalmente aviones de defensa aérea como el MiG-31 Foxbat (según código OTAN).
Variado y numéricamente significativo, el despliegue de medios responde a una clara estrategia defensiva de su territorio.
La aviación ártica
Los principios son similares. Se plantea una fuerza mixta que permita extender el control ruso más allá de los límites actuales, mediante una fuerte presencia de la aviación en la zona.
Las consecuencias del calentamiento global ya son evidentes en la región. Cada año los pasos navegables permanecen más tiempo abiertos al tráfico, y controlar ese flujo de navíos en la enorme extensión del Ártico resulta una tarea compleja.
Así mismo, los submarinos nucleares de EEUU y UK están realizando un número creciente de maniobras en la región.
Para responder a ambas necesidades se necesitan urgentemente aviones de patrulla marítima y drones de largo alcance.
Actualmente las fuerzas rusas disponen del Il-38 y Tu-142M, que si bien están siendo modernizados son aeronaves viejas, construidas durante la época soviética y necesitan un reemplazo. Para ello, se está contemplando la idea de utilizar aviones de pasajeros convertidos a la función anti-submarina (ASW), similar al Boeing P-8 Poseidón. El candidato más probable es el Tupolev Tu-204/214, avión que ya tiene un par de conversiones para misiones especiales de inteligencia o puesto de mando aéreo.
Respecto a los drones, si bien Rusia se sumó tarde a la familia de fabricantes de drones de altas prestaciones, ciertamente realizó las inversiones necesarias y hay varios modelos en desarrollo avanzado con características modernas. Todos fueron presentados durante la exposición Army 2020. De hecho, el UAV Orión, similar al Reaper norteamericano, está entrando en servicio ahora. Lo interesante de los modelos rusos es que fueron diseñados desde el vamos para operar en las rigurosas condiciones de los cielos árticos.
En cuanto a la defensa aérea, ésta seguirá descansando sobre los amplios hombros de los MiG-31, cuya modernización es una de las prioridades de la VVS. Pero ya no es solo un aparato de defensa. Al modernizado Mig-31BM se le agregó la capacidad de lanzar el misil hipersónico Kinzhal, capaz de alcanzar objetivos terrestres y navales a mach 10 y a 2.000 km de distancia. Con lo cual el Foxbat adquiere un importante rol disuasorio.
Estos componentes actuales y futuros, operando desde las nuevas bases bien adentradas en el ártico, permitirán a Rusia un control y una disuasión mucho más eficaz de una zona que es tan amplia como rica en recursos potenciales y que es considerada de vital importancia para el futuro del país.