Este jueves se publicó en el Boletín Oficial la Resolución 122/2020 del Ministerio de Transporte de la Nación a través de la cual se determinó el giro de ARS 500 millones (USD 7 millones) a las empresas de «transporte por automotor de pasajeros por carretera de carácter interjurisdiccional», es decir, a los micros de larga distancia, a dividir en base a la cantidad de unidades registradas y que eventualmente implicarán una contraprestación al estado.
Los fondos del subsidio provendrán del fideicomiso conformado por un impuesto cobrado sobre los combustibles líquidos y el gas natural, canalizados a través del Régimen de Compensaciones Tarifarias al Transporte Automotor de Pasajeros y Larga Distancia (una maraña que fue mutando en las últimas tres décadas).
Semejante paquete de ayuda al transporte automotor encendió una luz de alerta (¿y esperanza?) entre los actores del mercado aerocomercial, estimando que, si hay dinero para los colectivos, también lo habrá para los aviones, aún cuando son conscientes de las diferencias entre ambos sectores y su proporción público/privada.
En una teleconferencia de prensa que tuvo lugar esta tarde, consultado por Aviacionline sobre este tema, Peter Cerdá, vicepresidente de IATA para las Américas, expresó que «no lo vemos de una manera negativa siempre que el transporte aéreo también reciba el mismo apoyo que el terrestre. Jugamos un rol crítico en el bienestar social y económico de Argentina, no sólo en la movilidad de pasajeros de una manera mucho más rápida, eficiente, sino también de mercancías, suministros equipos médicos, etc».
«Sabemos que el Ministerio de Transporte tiene una agenda muy complicada, pero de la misma manera que han aportado al negocio del transporte terrestre, esperemos que haga lo mismo para el aéreo», concluyó el directivo.
En su participación en idioma inglés, Cerdá también expresó que quiere «darle el beneficio de la duda al gobierno, y en especial al Ministerio de Transporte, de que están intentando resguardar a todo el transporte en general».
Y es que los argumentos esgrimidos por los transportistas terrestres, expresados en la Resolución de Transporte, no difieren mucho de los que las compañías aéreas vienen manifestando desde hace dos meses:
«Estos déficits escapan a cualquier previsión empresaria y por ende resultan imposibles de absorber en forma completa por las empresas, (…) por ello que consideramos que en una situación de emergencia como la actual todos los sectores debemos hacer un esfuerzo para mantener la actividad que conecta a más de 1800 localidades constituyendo el servicio básico esencial de transporte de larga distancia en un país tan extenso”, por lo que solicitaron “(…) a su autoridad de aplicación (Ministerio de Transporte), que tenga a bien proceder de forma urgente y tomar las acciones que estime pertinentes para que el sector poder afrontar los costos producidos por la pandemia y las restricciones dispuestas, declarando la emergencia sectorial”.
«La situación emergente de la pandemia de COVID-19 “(…) ha generado un cese absoluto de los viajes y personas a transportar, pero con el mantenimiento de las obligaciones a cargo de las empresas, afectando obviamente la ya insostenible ecuación económica-financiera de las prestaciones y empresas, muchas de las cuales tienen comprometida su propia existencia futura (…) lamentablemente tenemos que decir que ante tamaña gravedad resultan insuficientes».
Pero hay un factor clave: de una u otra manera, el estado argentino hará un importante desembolso económico a la industria bajo la forma de Aerolíneas Argentinas, cuyos subsidios podrían duplicarse hacia fines de este año, por lo que el margen de maniobra para ayudar a los actores privados es mínimo.
Consultamos en el Ministerio de Transporte al respecto y manifestaron que por el momento no hay novedades sobre un potencial paquete de ayuda a la industria aerocomercial, mientras que desde ANAC no respondieron a nuestras preguntas sobre si hubo algún avance del grupo de trabajo COVID-19 establecido el mes pasado.
Sería bueno que exista un paquete de ayuda al sector aerocomercial argentino para proteger el trabajo de todos de alguna manera, aunque más no fuera temporal hasta que cada empresa pueda volver a vender y tener ingresos. El primero de septiembre se ve muy lejano aún.
Hola, Edgardo
La ayuda que se dio al transporte automotor no causaría casi ningún efecto en el transporte aéreo, por el mecanismo de distribución elegido, que es según la cantidad de unidades en operación, en un sistema en el que hay 99 empresas, todas privadas, la más grande de las cuales tiene el 12% de las unidades (aunque habría que ver las asociaciones).
En aviación hay unas siete (podemos discutirlo), pero AR/AU tiene el cerca del 90% de los aviones, por lo que poco quedaría para los demás, y AR/AU tradicionalmente fue subsidiada de otro modo.
La suma a repartir son 500 millones de pesos, algo así como 142.000 pesos por cada unidad. No es gran cosa.
Hola Pablo, sí, desde ya estimo que la ayuda debería ser proporcional a cada industria. 500 millones de pesos argentinos impacta, pero son USD 7 millones, que en aviación es la nada misma.
Buenas, alguna novedad de si van a adelantar la vuelta de los vuelos internacionales antes de septiembre?
Que tal, alguien tiene novedades sobre el posible adelanto de la fecha pactada para reanudar vuelos?
Por lo que se está hablando, en principio no habría ningún subsidio para Aerolíneas Argentinas y al resto de las empresas se les volvería una parte de los impuestos que pagaron en el último año.
Esto llevaría a que las low cost abandonen el país, siendo absorbidas por Aerolíneas Argentinas, como ya sucedió con Aerocontinental, Lapa, Dinar, Aerochaco y Austral.
Los empleados que están afiliados a los sindicatos reconocidos al 2019, continúan trabajando y cobrando en Aerolíneas Argentinas y los no afiliados a Enero de 2019 tendrán que esperar que se abran vacantes para entrar a trabajar en la gran empresa nacional de Bandera Aerolíneas Argentinas
Sería bueno y positivo para el país, que aún con un mercado reducido, sobrevivan otras empresas para generar competencia. Entre otras cosas, porque un mercado con diferentes participantes genera variedad de servicios ofrecidos y mejoras para el cliente. Hablo en pasado porque actualmente no tenemos ningún tipo de mercado aerocomercial, como ejemplos a considerar Norwegian Argentina, que brindaba wifi gratis dentro de sus vuelos (único en el país con ese servicio, aunque no sobrevivió); Flybondi, que impuso el modelo de pagar por lo que uno quiere (y obligó a LATAM y a AR a copiar el modelo) y ofreció viajes muy económicos dentro de Argentina dando la posibilidad a muchas personas de viajar por primera vez en avión, LATAM Argentina siempre se caracterizó por un programa de viajeros muy fuerte y atrayente, la calidad de su servicio que siempre era el mejor de todos fue sin embargo bajando (sobre todo los últimos dos años, encima sin renovación de flota) pero siempre se mantuvo muy puntual y ofreció pocas rutas pero varias frecuencias. AR/AU era la única que brindaba la posibilidad de una clase superior dentro del país y regionales, muchas conexiones y frecuencias, y luego de asociarse a Skyteam, su programa de viajero frecuente se hizo más atractivo. El servicio de AR/AU mejoró mucho sobre todo los últimos tiempos (renovando flota de a poco entre 2014-2018). De JetSmart no puedo hablar porque nunca la utilicé.
Teniendo todas esas posibilidades de elección, uno puede ponderar muchas variables (precio, servicio/calidad, programa de millas, flota moderna vs vieja, etc)
Hola chicos!
Hay algún link donde pueda escuchar la conferencia entera?
No la encuentro en el portal de IATA.
Gracias!