Las tormentas severas que afectaron a la Ciudad de Buenos Aires y alrededores durante los pasados días 11 y 12 de octubre, afectaron a varios vuelos y a sus pasajeros, por las cancelaciones y desvíos a aeropuertos alternativos, como también por las esperas a bordo de las aeronaves que no tenían lugar para estacionar y desembarcar a los viajeros.
Hace tiempo -felizmente- se implementaron protocolos de seguridad que indican cómo proceder ante estos fenómenos significativos en los aeropuertos, protegiendo de esa manera la vida de las personas.
Sin embargo, algunos medios periodísticos se encargan -con su habitual sensacionalismo- de hacer hincapié en las quejas, y muchos comienzan a buscar «culpas» de la situación, pero quizás no se encuentre más culpable que a la naturaleza misma, y a la vez, todos podríamos participar de esa culpa por falta de prevención.
Las tormentas severas son fenómenos habituales en esta zona del Planeta, es decir, que si bien no suceden todos los días, su magnitud tiene cierta periodicidad.
Entonces, es válido quejarse cuando todos sabemos la gravedad de ellas y las posibles consecuencias ?
Posiblemente deban efectuarse mejoras en la organización y procedimientos por parte de la autoridad aeronáutica y de los servicios de navegación aérea, como también una adecuación de la infraestructura por parte de estos últimos y de los concesionarios aeroportuarios.
En la Terminal Baires se encuentran los dos aeropuertos con mayor movimientos del país: Aeroparque y Ezeiza, a los que se suman las operaciones de El Palomar y San Fernando.
Es evidente que faltaría infraestructura adecuada a la realidad actual y posiblemente mayor cantidad de personal para prestar servicios, con su correspondiente entrenamiento y capacitación.
Pero sería honesto volcar toda la culpa en ellos ? Es a partir de este punto donde habría que reflexionar.
Los días pasados, existieron pronósticos sobre la severidad de los fenómenos, que todas las empresas aéreas (nacionales y extranjeras) que operan en nuestro país conocían o deberían haber conocido.
También las tripulaciones, los restantes empleados de las líneas aéreas y los pasajeros sabían o tuvieron posibilidad de conocer acerca de estos fenómenos.
Cabe preguntarse si todos tomaron las previsiones para las eventos que sucedieron (desvíos a otros aeropuertos, esperas dentro de los aviones) o «cayeron en la comodidad» para luego buscar la culpa en otro («deporte» nacional por excelencia).
Quizás todos debamos reflexionar y tomar lo sucedido como una enseñanza futura, ya sea para mejorar los procedimientos (a cargo de las autoridades), como también para estar preparados ante estos fenómenos (empresas aéreas, empleados y pasajeros).
Finalizando, pese a los inconvenientes sucedidos, hay que destacar y valorar la buena voluntad de todos los involucrados para llevar adelante las operaciones aéreas, debiendo sólo lamentar la incomodidad de cualquier demora.
Lo que sigue es un comunicado del Ministerio de Transporte de fines de enero de 2019:
Ya comenzaron los trabajos previos a la instalación de sistemas instrumentales de aterrizaje ILS, por sus siglas en inglés, en El Palomar, Mar del Plata y Tucumán. Los ILS, que permiten a los aviones aproximarse a las pistas y aterrizar con visibilidad reducida, son categoría II, lo que se traducirá en mayores niveles de seguridad operacional y más vuelos a pesar del mal tiempo.
Esto salió en Aviacionline.com el 31 de enero:
Ya comenzaron los trabajos previos a la instalación de sistemas instrumentales de aterrizaje ILS, por sus siglas en inglés, en El Palomar, Mar del Plata y Tucumán. Los ILS, que permiten a los aviones aproximarse a las pistas y aterrizar con visibilidad reducida, son categoría II, lo que se traducirá en mayores niveles de seguridad operacional y más vuelos a pesar del mal tiempo.
Esto salió en Aviacionline el 14 de marzo:
Ya comenzaron los trabajos previos a la instalación de sistemas instrumentales de aterrizaje ILS, por sus siglas en inglés, en El Palomar, Mar del Plata y Tucumán. Los ILS, que permiten a los aviones aproximarse a las pistas y aterrizar con visibilidad reducida, son categoría II, lo que se traducirá en mayores niveles de seguridad operacional y más vuelos a pesar del mal tiempo…
El resto de los aeropuertos mencionados serán equipados con ILS CAT II, un escalón superior que los que tienen actualmente (al margen de que ya se encontraban cerca de su obsolescencia), lo que mejorará significativamente la seguridad operacional en situaciones de baja visibilidad, y reduciendo el impacto de éstas sobre los movimientos aéreos, redundando en ahorros para las compañías aéreas y todo el sistema.
Esto salió en Aviación News el 11 de abril
En el aeropuerto Benjamín Matienzo, de la Ciudad de Tucumán, la Empresa Argentina de Navegación Aérea-EANA, del Ministerio de Transporte, inició los trabajos de instalación del nuevo sistema de aterrizaje por instrumentos, o ILS, que reemplazará al equipo actual. Este avance técnico elevará los niveles de seguridad operacional, permitiendo que más vuelos se cumplan satisfactoriamente aun con visibilidad reducida. Para las ciudades y regiones adyacentes a los aeropuertos, esto significa mayor confiabilidad del transporte aéreo, y con ello un refuerzo en la conectividad.
Podría seguir con cosas iguales o parecidas, antes y después de esas fechas. A lo que voy es que si yo fuera un ciudadano común, de esos que dicen «avioneta» y no entienden nada de aviación, salvo que sirve como medio de transporte, con el bombardeo de información confusa que hay sobre estos temas muy bien podría creer que el mal tiempo ya no es un problema.
Y vaya si lo es…
La información aeronáutica es característica de sitios web y organismos afines, y rara vez son leídos por el “ciudadano común”, por lo tanto, no creo que sufran un “bombardeo de información”.
Felizmente, tanto en Aviacionline como en otros sitios específicos, abunda información que resulta de utilidad para los interesados en asuntos relacionados con la aviación.
Es una «tentación» para la mayoría de los medios sumar clicks desinformando. Total son temas que mucha gente desconoce por una cuestión de que no les interesa. Ahora, y leyendo todas las citas anteriores, por mas que yo tenga todas las ayudas necesarias para que los aviones aterricen tranquilos, si los que ya están abajo no pueden salir estoy al horno. Y si encima hay tormenta eléctrica y no se puede bajar el equipaje ni cargar combustible estoy al horno vuelta y vuelta. Y esta situación se da, obviamente, en todo el mundo.
Ahora bien, tengo una consulta. En todas las notas se menciona al ILS como un dispositivo que permite aterrizajes mas seguros en caso de mal tiempo. También ayuda para los despegues?
No coincido con quienes afirmen que un ILS permite aterrizajes más seguros.
El ILS es un sistema instrumental que permite aterrizajes con mayor precisión cuando la visibilidad está más reducida.
Pero todos los aterrizajes son seguros si se ejecutan cumpliendo con las cartas y procedimientos correspondientes.
El ILS se utiliza como ayuda instrumental en los despegues con visibilidad reducida.