Creo que ya lo conté, pero cuando terminé el secundario y empecé a combinar trabajo y facultad, tuve una época en la que jugué mucho al ajedrez. Entre las cosas que uno aprende, hay una máxima que me quedó grabada a fuego, sobre lo binario de la acción humana. Hay dos formas de hacer las cosas: a propósito o sin querer. Es por eso que, en el resto de los órdenes de la vida, trato de aplicarla y analizar las acciones bajo ese cristal.
Quien hace algo lo hace sabiendo, o termina ocurriendo sin que fuera la intención original. Es inexorable. Después, como en todo, hay grises, niveles de análisis, y dos mil etcéteras que muchas veces funcionan como excusa.
El 22 de Noviembre, la ANAC hizo pública la Resolución 895/2018, cuyo texto incorporo aquí abajo:
Lo que resuelve, básicamente, es la no obligatoriedad del examen teórico y de vuelo para aquellos pilotos extranjeros que quieran volar en el país y soliciten la reválida de su licencia extranjera, siempre que puedan establecer con «razonable certeza» que poseen la pericia requerida para la licencia que están revalidando.
Entonces, a mí lo que me viene es la pregunta de si ANAC lo hace a propósito o sin querer.
Dejemos de lado por un momento la cuestión técnica del asunto: ya volveremos sobre la misma. Analicemos el costado político de la Resolución. No hay UN asesor en la ANAC que se pregunte si la coyuntura es la adecuada para sacar este cambio? A nadie se le cruza que con la coyuntura del conflicto gremial en Aerolíneas, el timing es como mínimo discutible?
En un momento como el actual, cuando arde el conflicto, hacer este cambio tiene el tacto propio de un paquidermo en una cristalería. Eso, si pensamos que fue sin querer. Si pensamos que es a propósito, es una provocación. Es mandar un mensaje.
Y si bien pueda parecer utópica mi pretensión que un organismo del estado se mantenga al margen de una disputa política, por lo menos le pido que no haga política con la seguridad. La ANAC es la autoridad aeronáutica nacional. No debería ser correveidile de un ministerio, una secretaría o -porque también ocurre- de un sindicato. Las decisiones relacionadas con la operación deberían estar fuera de la órbita de la rosca. Peleémonos a cuchillo limpio, entre todos, por algunos de los puntos de los CCT que AR quiere negociar. Peleemos por el rol de AR en el sistema aerocomercial Argentino. Discutamos subsidios, a sociedades del estado y a privados. Pero no dejes librado a la consideración de una dispensa la pericia de alguien que va a llevar 180 pasajeros sentados atrás.
De ahí se agarran los gremios, alimentados por la ingenuidad de la Resolución. Y cómo no van a agarrar, si es gratis: el rival te deja un pase atrás corto, y tenés el arco ahí nomás. A partir de eso, armás la jugada: vas al paro, metés reválida con/sin examen en la misma bolsa que pérdida de fuente de trabajo. Te la dejaron servida. Imposible no hacerlo. También el paso gigante, pesado. También tiemblan los estantes. Dale que va.
Para mí, es simple y complejo a la vez. Quieren venir extranjeros a volar acá? Fantástico. Que den el examen. Qué mejor medida de «razonable certeza» que un examen único y estandarizado. Que vengan mil pilotos, pero que sean todos buenos. Que ante la reiterada razón de «faltan pilotos», además de cambiar un parrafito se refuerce de una vez la olvidada aviación general. Que la autoridad aeronáutica retome su rol de organizador de la formación. Que sea un actor gravitante en la generación de nuevos pilotos. Y que salgan mil pilotos de acá, y sean todos buenos.
La discusión debe ser esa, me parece. Ni siquiera es levantar la vara: es mantener el estándar que ya existe. Y avanzar en un esfuerzo que permita la formación integral de aviadores nacionales a través de los aeroclubes, las escuelas, la iniciativa privada, la iniciativa estatal. Y que el operador elija, de acuerdo a las capacidades técnicas del aspirante.
Hablando en términos que son accesibles, vos podés tener dos visiones de tu sistema aerocomercial y su demanda de pilotos. Los podés ir a buscar afuera, o los podés formar adentro. Podés traer pilotos de afuera y que ayuden a formar a los de adentro: el Código Aeronáutico -actualmente, y sin necesidad de ningún cambio- contempla eso. Ahora, tanto si son Industria Argentina como si son Made In Wherever, a mí lo que me importa es que sea bueno. Entonces, que de el examen. Y que sea el mejor en lo que hace, y que me lleve y me traiga con seguridad. Después le pido el pasaporte.
Claro, con el escándalo, el paro y la conciliación, las voces del gobierno se apuran a interpretar la letra. Y entonces la Resolución apunta a los pilotos Argentinos que quieren volver, y «si hay que cambiar algo lo cambiamos». Y la conciliación obligatoria hará mandatoria esta negociación y esta segura vuelta atrás. Y entonces, volveremos al casillero inicial, donde la neblina del «fue sin querer» envuelve todo y lo hace difuso.
La falta de tacto pone a Gobierno y pilotos en dos veredas opuestas, donde los dos se demonizan y mientras gritan que hay que negociar, se ponen condiciones imposibles. Como ninguno quiere perder, ninguno va a ganar. Y como los dos piensan que pueden ganar, seguirán ladrando de vereda a vereda, sin arrimarse y olerse los rabos. Porque no hay margen para ceder cuando el otro es enemigo. Y en esta ensalada, los dos se atacan, ninguno gana, pero siempre hay alguien que pierde. Llámese empleado, empresa, consumidor, contribuyente, votante. Todos pierden algo, nadie gana el pozo completo, ni podrá hacerlo. Y todo por un «fue sin querer».
A menos que haya sido a propósito.
Quien hace algo lo hace sabiendo, o termina ocurriendo sin que fuera la intención original. Es inexorable. Después, como en todo, hay grises, niveles de análisis, y dos mil etcéteras que muchas veces funcionan como excusa.
El 22 de Noviembre, la ANAC hizo pública la Resolución 895/2018, cuyo texto incorporo aquí abajo:
Lo que resuelve, básicamente, es la no obligatoriedad del examen teórico y de vuelo para aquellos pilotos extranjeros que quieran volar en el país y soliciten la reválida de su licencia extranjera, siempre que puedan establecer con «razonable certeza» que poseen la pericia requerida para la licencia que están revalidando.
Entonces, a mí lo que me viene es la pregunta de si ANAC lo hace a propósito o sin querer.
Dejemos de lado por un momento la cuestión técnica del asunto: ya volveremos sobre la misma. Analicemos el costado político de la Resolución. No hay UN asesor en la ANAC que se pregunte si la coyuntura es la adecuada para sacar este cambio? A nadie se le cruza que con la coyuntura del conflicto gremial en Aerolíneas, el timing es como mínimo discutible?
En un momento como el actual, cuando arde el conflicto, hacer este cambio tiene el tacto propio de un paquidermo en una cristalería. Eso, si pensamos que fue sin querer. Si pensamos que es a propósito, es una provocación. Es mandar un mensaje.
Y si bien pueda parecer utópica mi pretensión que un organismo del estado se mantenga al margen de una disputa política, por lo menos le pido que no haga política con la seguridad. La ANAC es la autoridad aeronáutica nacional. No debería ser correveidile de un ministerio, una secretaría o -porque también ocurre- de un sindicato. Las decisiones relacionadas con la operación deberían estar fuera de la órbita de la rosca. Peleémonos a cuchillo limpio, entre todos, por algunos de los puntos de los CCT que AR quiere negociar. Peleemos por el rol de AR en el sistema aerocomercial Argentino. Discutamos subsidios, a sociedades del estado y a privados. Pero no dejes librado a la consideración de una dispensa la pericia de alguien que va a llevar 180 pasajeros sentados atrás.
De ahí se agarran los gremios, alimentados por la ingenuidad de la Resolución. Y cómo no van a agarrar, si es gratis: el rival te deja un pase atrás corto, y tenés el arco ahí nomás. A partir de eso, armás la jugada: vas al paro, metés reválida con/sin examen en la misma bolsa que pérdida de fuente de trabajo. Te la dejaron servida. Imposible no hacerlo. También el paso gigante, pesado. También tiemblan los estantes. Dale que va.
Para mí, es simple y complejo a la vez. Quieren venir extranjeros a volar acá? Fantástico. Que den el examen. Qué mejor medida de «razonable certeza» que un examen único y estandarizado. Que vengan mil pilotos, pero que sean todos buenos. Que ante la reiterada razón de «faltan pilotos», además de cambiar un parrafito se refuerce de una vez la olvidada aviación general. Que la autoridad aeronáutica retome su rol de organizador de la formación. Que sea un actor gravitante en la generación de nuevos pilotos. Y que salgan mil pilotos de acá, y sean todos buenos.
La discusión debe ser esa, me parece. Ni siquiera es levantar la vara: es mantener el estándar que ya existe. Y avanzar en un esfuerzo que permita la formación integral de aviadores nacionales a través de los aeroclubes, las escuelas, la iniciativa privada, la iniciativa estatal. Y que el operador elija, de acuerdo a las capacidades técnicas del aspirante.
Hablando en términos que son accesibles, vos podés tener dos visiones de tu sistema aerocomercial y su demanda de pilotos. Los podés ir a buscar afuera, o los podés formar adentro. Podés traer pilotos de afuera y que ayuden a formar a los de adentro: el Código Aeronáutico -actualmente, y sin necesidad de ningún cambio- contempla eso. Ahora, tanto si son Industria Argentina como si son Made In Wherever, a mí lo que me importa es que sea bueno. Entonces, que de el examen. Y que sea el mejor en lo que hace, y que me lleve y me traiga con seguridad. Después le pido el pasaporte.
Claro, con el escándalo, el paro y la conciliación, las voces del gobierno se apuran a interpretar la letra. Y entonces la Resolución apunta a los pilotos Argentinos que quieren volver, y «si hay que cambiar algo lo cambiamos». Y la conciliación obligatoria hará mandatoria esta negociación y esta segura vuelta atrás. Y entonces, volveremos al casillero inicial, donde la neblina del «fue sin querer» envuelve todo y lo hace difuso.
La falta de tacto pone a Gobierno y pilotos en dos veredas opuestas, donde los dos se demonizan y mientras gritan que hay que negociar, se ponen condiciones imposibles. Como ninguno quiere perder, ninguno va a ganar. Y como los dos piensan que pueden ganar, seguirán ladrando de vereda a vereda, sin arrimarse y olerse los rabos. Porque no hay margen para ceder cuando el otro es enemigo. Y en esta ensalada, los dos se atacan, ninguno gana, pero siempre hay alguien que pierde. Llámese empleado, empresa, consumidor, contribuyente, votante. Todos pierden algo, nadie gana el pozo completo, ni podrá hacerlo. Y todo por un «fue sin querer».
A menos que haya sido a propósito.
Seria interesante saber quien tonara ese examen. Hoy x hoy el sistema de pilotos esta cooptado por APLA y si se ponen de c..lo te bochan a los que se les cante y te bloquean todo intemto de disponer de tripulaciones en cantidad y calidad. El cuello de botella que existe hoy para el crecimiento de nuevas lineas aereas es la dispinibilidad de pilotos. Un piloto de 737 u A320 solo se puede formar en esos aviones y no hay escuelas de vuelo que te certifiquen por fuera de AR y Latam. Asi que si sos Norwegian solo podras volar los vuelos para los que alcancem los pocos pilotos que hoy x hoy no rrabajan en el resto de las luneas aereas. Es muy facil comprender el porque de esa resolución y creoque el riesgo es nulo si se aceptan licencias de pilotos emitidas en USA Europa Canadá Japón etc.
Hola Pablo. Buenas líneas. Lo que no estoy seguro, desde muuuuy lejos es si hay o no trasfondo político. Comparto lo de timing, aunque alguna vez nos tendremos que sentar y hablar en serio de lo que queremos. Para AR y para la Aviación comercial en general. Faltan cambios, pero si no hay discucion no se podrán realizar. Y para discutir y debatir se necesitan actores, pareciera que hay algunos que no les interesa debatir. Saludos
Totalmente de acuerdo. Hay mucha pose y poca voluntad de cambiar las cosas. De los dos lados, eh.
Excelente señor pez! Muy de acuerdo
Claramente no es ‘sin querer», Buscan bajar las exigencias de las normas argentinas y nivelar hacia bajo con las del resto de latinoamérica, en todos los sectores de ésta industria buscando «Competitividad» , sacrificando la seguridad que, claro, no se ve…
Genial la visión y el comentario.
Me regalas un avion ? Puedo ser tu amigo ?
Muy bueno.