Airbus anunció hoy que el ingeniero francés Guillaume Faury ha sido seleccionado por la junta directiva como futuro Chief Executive Officer del grupo, una vez que Tom Enders se despida en la próxima asamblea general anual prevista para el 10 de abril de 2019, en la que el nombramiento de Faury será puesto a consideración de los accionistas.
Faury, de 50 años de edad, se desempeña actualmente como presidente de Airbus Commercial Aircraft, puesto en el que asumió a principios de este año. Previamente fue CEO de Airbus Helicopters (2013-2018), vicepresidente Ejecutivo de Investigación y Desarrollo en Peugeot (2009-2013), y también ocupó diferentes puestos gerenciales en la entonces Eurocopter entre 1998 y 2008.
«Guillaume es una decisión excelente. Él ha adquirido una extensa experiencia industrial y aeronáutica con el paso de los años, en muchos roles tanto adentro como afuera de Airbus. Con sus fuertes valores y mentalidad internacional, Guillaume se destaca entre la nueva generación de líderes que Airbus necesita para la próxima década. Él sabe que puede apoyarse en mí para facilitar una transición suave», comentó Tom Enders.
Por su parte, Faury agregó: «Estoy honrado de haber sido elegido por la junta directiva para liderar esta extraordinaria compañía. Ansío tomar las riendas de este nuevo desafío con pasión y entusiasmo, apoyándome en el compromiso y las habilidades excepcionales de toda la gente de Airbus alrededor del mundo. En los próximos meses me dedicaré por completo a liderar el negocio de aeronaves comerciales, dando lo mejor de nosotros para satisfacer a nuestros clientes y recorriendo la transición de la organización hacia una nueva generación de líderes».
Además de continuar timoneando a Airbus por las aguas del éxito que Enders (junto a un equipo directivo que también se está despidiendo) ha transitado, Faury tendrá que lidiar con cuestiones clave para el futuro del grupo como el inminente Brexit y sus implicancias en la cadena de producción, la posibilidad de tener que bajarle la cortina al A380, terminar de reconstruir un equipo comercial que extraña al prócer John Leahy y la investigación de la Unión Europea por supuestos sobornos a través de una empresa fantasma, entre tantas otras cuestiones de contexto que siempre afectan a este gigante global de casi 140 mil empleados.
