Y, entonces, llegó el día que un importante sector de la industria aerocomercial esperaba desde que se inició esta nueva etapa de mayor apertura de los cielos argentinos.
A través de la Resolución 656/2018 del Ministerio de Transporte de la Nación, publicada este martes en el Boletín Oficial, se oficializa que a partir de mañana 1 de agosto las líneas aéreas que operan en el cabotaje argentino podrán cobrar precios por debajo de las tarifas de referencia para aquellos pasajes ida y vuelta comprados con más de treinta días de anticipación. Eso quiere decir que, desde el 1 de septiembre, en Argentina, si las aerolíneas lo desean, se podrán vender pasajes a un peso (y ahí ya les adelanto el titular de más de un medio generalista), más tasas obviamente.
¿Van a haber pasajes a un peso? Probablemente no, pero puede ocurrir, porque sería la manera más efectiva para una compañía de conseguir publicidad gratis, por más que solo un asiento por vuelo se ofrezca a ese precio. No sería inventar la rueda, es lo que las low cost como Ryanair o easyJet vienen realizando desde hace dos décadas, y por eso Flybondi, Norwegian o JetSmart lo reclamaban para nuestro país.
Articulo 1°: Autorízase a los explotadores de servicios regulares de transporte aéreo interno de pasajeros, a partir de las CERO (0) hora del día siguiente a la publicación de la presente resolución en el Boletín Oficial de la República Argentina, a aplicar tarifas inferiores a las tarifas de referencia vigentes para las ventas de pasajes aéreos de ida y vuelta que se realicen con más de TREINTA (30) días de anticipación.
Hasta el 31 de julio, las tarifas de referencia permitían jugar con una flexibilidad de hasta el 20% por debajo de las mismas para algunos asientos bajo ciertas condiciones como la compra al menos diez días antes, un mínimo de dos noches de pernocte y un máximo de 14 noches, o bien que forme parte de un paquete turístico. Con ciertas variantes, eso es una herencia del decreto 1654/2002 que establecía la emergencia del transporte aerocomercial, en un contexto de crisis extrema tras el estallido económico del 2001.
Durante los últimos meses las compañías venían recurriendo a diferentes artilugios para poder traspasar ese piso. Flybondi por ejemplo “subsidiaba” las tasas a los pasajeros u ofrecía promociones de reintegro con tarjetas de crédito.
El gobierno espera que, bajando aún más las tarifas, el cabotaje argentino logre mejorar su ocupación promedio, la cual hoy se ubica en 75%, lejos del 82% que el cabotaje tiene a nivel global, o incluso del 83% de Brasil, todo alineado con su objetivo de duplicar el mercado para el año 2019.
Como ya lo dije en otras ocasiones, que la industria pueda publicitar tarifas «ridículamente» bajas también servirá para desterrar la idea de que el transporte aéreo es solo para determinados niveles socioeconómicos, abriendo así la posibilidad de que una nada despreciable porción del mercado también lo considere a la hora de tener que realizar viajes de larga distancia. Hoy, ellos van directo al micro. Mañana primero podrían pegarse una vuelta por los sitios web de las aerolíneas.
Prepárense para escuchar mucho ruido en los próximos días en relación a este tema. Los gremios aeronáuticos ya se habían manifestado en contra de la desregulación tarifaria, la cual en sus palabras forma parte de un plan para precarizar a la industria.
Sea ello verdad o no, estamos ante un nuevo hito de la aviación comercial argentina, cuyo impacto a nivel macro recién empezará a consolidarse en el mediano plazo.
Eso sí, el miércoles a las 0:00, todos vamos a estar entrando a los sitios web de Aerolíneas Argentinas, Andes, Avianca Argentina, Flybondi y LATAM Argentina para ver si encontramos alguna oferta loca, aún cuando hasta el momento ninguna adelantó qué hará (este martes a la mañana Aerolíneas Argentinas convocó a una conferencia de prensa sobre el tema, así que de ahí surgirán novedades).
