De una u otra manera todas las industrias suelen vivir procesos a través de los cuales sus actores se consolidan mediante fusiones o adquisiciones para generar gigantes que pueden controlar con mayor facilidad el mercado.
Aún con sus particularidades, la industria aerocomercial y aeroespacial no ha estado ajena de ello en las últimas décadas, y fue así, por ejemplo, que Douglas se fusionó con McDonnell en los sesenta, para treinta años después terminar bajo el paraguas de Boeing, todo mientras al otro lado del Atlántico las industrias europeas se unían para dar a luz a Airbus.
Con más bajo perfil y a menor escala, en Canadá y Brasil se iban gestando dos empresas, enfocadas en segmentos específicos del mercado que también implicaron la conjunción de varias empresas y proyectos para terminar en lo que, hasta ahora, son Bombardier Commercial Aircraft y Embraer.
Pero a medida que estas dos últimas compañías empezaron a acercarse a las grandes con sus respectivos programas de aeronaves jet de mayor porte (la brasileña mucho más adelantada con los E-Jets, en servicio desde hace 15 años), era natural que tarde o temprano, al tener productos que aunque no representasen una competencia directa sí tenían cierto grado de complementaridad, las fuerzas del mercado lleven otra vez hacia una nueva ola de consolidaciones. Pudo haber pasado hace tres, hace cinco o hace diez años. Pero diferentes factores confluyeron para que 2017 sea el año de la «anunciación», y 2018 el de la «materialización».
Airbus y Bombardier han tomado la delantera y, no sólo desde el 1 de julio el fabricante europeo tomó posesión del 50,1% del programa C Series, sino que hoy, diez días después, se presentó de manera oficial el nuevo nombre bajo el cual se comercializarán las aeronaves: adiós al CS100 y al CS300 y a los que pudieron seguir, desde esta mañana, el futuro se llama A220-100 y A220-300, y le da al porfolio de productos de Airbus un producto 100% nuevo, tecnológicamente avanzado, con el cual cubre el complejo segmento de 100 a 150 asientos y que se complementa con la familia A320 y las subsiguientes hasta llegar al A380.
Si bien no existe comunalidad alguna entre los A220 y el resto de sus hermanastros (bueno, también usan joysticks), la escalera comercial y de postventa de Airbus cierra a la perfección con esta nueva incorporación. Y hasta que Boeing y Embraer terminen de acordar la adopción de éste (proceso estimado en 18 meses), no existe paralelo en la industria. Si consideramos que Airbus proyecta que en los próximos 20 años se necesitarán 6.000 aeronaves de entre 100 y 150 asientos, cada minuto que pasa vale oro.
Al 28 de mayo, la familia A220 tenía un total de 126 pedidos en su variante -100 y 276 de la -300, de las cuales ya se habían entregado 8 y 28 respectivamente. Y desde Airbus comentaron que, ya incluido en su portfolio, el C Series ha despertado el interés de nuevas compañías.
Ver también: JetBlue estrena el A220 pidiendo 60 aeronaves
Swiss es actualmente la principal operadora, con ocho A220-100 y quince A220-300, seguida por airBaltic con nueve A220-300 y Korean Air con cinco A220-300.
Por ahora la línea de producción de los A220 seguirá en Mirabel, Canadá, pero Airbus planea abrir en 2020 una segunda línea en Mobile, Alabama.
“Todos en Airbus estábamos esperando por este momento histórico. Hoy, estamos muy
entusiasmado de dar la bienvenida al A220 a la familia Airbus y nos sentimos honrados de verlo con los colores de Airbus por primera vez”, comentó Guillaume Faury, presidente de Airbus Commercial Aircraft. “Quiero agradecer a todos los hombres y mujeres de Bombardier y a la cadena de suministro que han trabajado comprometidamente en los últimos años para producir este fantástico avión. El A220 ahora entra a una nueva fase en su carrera con todos los recursos de Airbus para respaldarlo y lograr el éxito comercial en todo el mundo”.
Eric Schulz, Chief Commercial Officer de Airbus, agregó: “Estamos entusiasmados por vender el A220, especialmente gracias a su tecnología que le da una ventaja decisiva en un mercado muy competitivo. He recibido muchos comentarios positivos de clientes sobre la excelente experiencia para los pasajeros que han volado en este avión, su menor consumo, menor peso y motores más silenciosos. Todas estas razones contribuyen a mi optimismo que Airbus hará del A220 un gran éxito comercial”.
Ver también: El largo peregrinaje de la familia C Series de Bombardier
Parece que Airbus termina con el duopolio y tendrá el dominio del mercado global, al menos unos años, desde aquí mínimo hasta la introducción del 797.