Después de haber llegado a Sauce Viejo y de la conferencia de prensa, casi todos los invitados (algunos periodistas y gente de distintos entes de turismo) salimos a recorrer la ciudad en un tour organizado por Avianca Argentina.
La primera escala fue la plaza 25 de Mayo, histórica y muy bonita:
De allí, siguió un paseo por el orgullo de la ciudad (no, no es la cancha de Colón): la Cervecería Santa Fe.
Después de recorrer la planta y el museo, cruzamos al patio cervecero para degustar un rico almuerzo. No le saqué fotos a la bondiola a la mostaza. Mala mía.
Una visita al puente colgante, y de ahí a un paseo en catamarán que fue muy relajante.
Desembarcamos y nos fuimos a conocer el Hotel Los Silos, que como su nombre lo indica es una reforma que se hizo a unos silos de granos. Por tanto, en la estructura priman las curvas. Y un detalle precioso es su terraza, con spa y pileta, desde la que se ve toda la ciudad y hasta Paraná.
Alguna vuelta más, y se hizo hora de volver. Caía la tarde sobre Sauce Viejo cuando llegamos, y pronto se hizo de noche. Hubo tiempo para unas empanadas, un poco de relax y comprar algunos alfajores. De ahí al embarque, y el GUH tirando facha de noche.
Llegó el aterrizaje, que pude grabar:
Quedó tiempo para una última foto del ATR, antes de emprender la vuelta a casa.
Realmente fue una experiencia muy interesante, y el avión demuestra con creces que el confort a bordo y la experiencia de pasajeros no sólo no tiene nada que envidiarle a sus competidores más grandes: en algunos casos es mejor.
Gracias a la gente de Avianca Argentina por la invitación!
Che, no trajiste una caja de alfajores Merengo para sortear entre los lectores?