Canada Jetlines, el proyecto para constituir la primera aerolínea ultra low cost de Canadá, ha tenido que retrasar nuevamente el inicio de sus vuelos previsto para junio de este año, y no ha podido brindar a la prensa una nueva fecha, aunque sí informaron que durante el segundo trimestre estarían en condiciones de hacerlo.
Según indicaron, este nuevo retraso se debe a causa de inconvenientes para encontrar las aeronaves correctas para su flota (tanto en términos técnicos como financieros), lo cual también pospone la obtención de su certificado de operador aéreo.
El año pasado Jetline había firmado una carta de intención para adquirir dos Boeing 737-800 a través de una compañía de leasing estadounidense, pero de acuerdo a la aerolínea, las aeronaves no se encuentran disponibles. También tienen pedidos cinco Boeing 737 MAX 7 cuya entrega está prevista a partir del año 2023.
La compañía viene asegurándose financiamiento externo desde hace tres años, habiendo logrado que participen inversores con experiencia en el modelo ultra low cost (incluso logró que el gobierno canadiense le autorice una excepción para que hasta el 49% de su capital esté en manos de extranjeros, cuando la regulación actual lo limita al 25%).
Jetlines estará basada en Hamilton, cuyo aeropuerto John C. Munro integra el sistema de aeropuertos del Gran Toronto, funcionando como alternativa para muchas compañías de menor rango que quieren servir a Toronto.
Este retraso de todas maneras provocará que la compañía pierda su tan promocionado posicionamiento como la primera ultra low cost de Canadá, ya que WestJet tiene preparado el inicio de operaciones de su filial Swoop para el 25 de junio próximo.
A pesar de su grado de desarrollo, Canadá es el único país del G7 que no tiene en su mercado doméstico una compañía ultra low cost al estilo de Spirit, por lo que Jetlines tiene (o tenía) la intención de romper con el virtual duopolio de Air Canada y WestJet.