La Comisión de la Unión Africana (AU) se prepara a lanzar el primer proyecto insginia de la AU Agenda 2063, el Mercado Único Africano de Transporte Aéreo (SAATM, por sus siglas en inglés), este próximo 28 de enero durante un histórico evento en el marco de la Cumbre de la Unión Africana en Addis Ababa, Etiopía, casi dos décadas después de la adopción de la Decisión Yamoussoukro, firmada en 1999, la cual instaba a los países miembros a desregular el transporte aéreo, promover los mercados regionales y abrir la competencia transnacional, luego de décadas de mantener los cielos cerrados para proteger a sus tambaleantes aerolíneas estatales (las cuales en gran parte igual fueron sucumbiendo).
Expertos de la Unión Africana estiman que la implementación del mercado único creará unos 300 mil nuevos empleos directos y 2 millones indirectos, contribuyendo a la promoción de los negocios, a la integración y al crecimiento socio-económico del continente.
Al momento son 23 los países africanos que han adherido al SAATM (Benin, Botswana, Burkina Faso, Cabo Verde, Congo, Costa de Marfil, Egipto, Etiopíaa, Gabon, Ghana, Guinea, Kenya, Liberia, Mali, Mozambique, Niger, Nigeria, Rwanda, Sierra Leona, Sudáfrica, Swaziland, Togo y Zimbabwe), de un total de 44 que habían firmado la Decisión Yamoussoukro, por lo que se continúa trabajando para convencer a quienes todavía no se han sumado, entre los que se encuentran importantes mercados como Camerún y Marruecos.
El proyecto de cielos abiertos africanos cuenta con el apoyo de la Comisión Africana de Aviación Cvil (AFCAC), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), las cuales manifestaron que permitirá la mejora de la conectividad y la eficiencia de los servicios aéreos en el continente.
El mismo promueve una total apertura del mercado entre los países africanos, el libre ejercicio de los derechos de tráfico, la eliminación de las restricciones de origen del capital y la liberalización de las frecuencias, tarifas y capacidades, además de implicar la adhesión con los estándares de seguridad y las prácticas recomendadas de la OACI, una cuestión clave en un continente que en la década anterior tuvo una tasa de accidentes con pérdida total seis veces mayor que la de Asia y América Latina y doce veces mayor que la de Europa y Norteamérica.
Como el primer proyecto insignia lanzado en el marco de la Agenda 2063, se espera que el éxito de los cielos abiertos allane el camino para otros como el del pasaporte africano, la libertad de tránsito de personas y el área libre de comercio.
A pesar de albergar el 16% de la población mundial, África es responsable de sólo el 2% del tráfico de pasajeros (en Latinoamérica y el Caribe por ejemplo representamos el 8% de la población y el 5% del tráfico), por lo que, al margen de los desafíos socioeconómicos, el continente tiene un potencial impresionante si además consideramos su ubicación central entre Occidente y Oriente (como ya lo viene aprovechando en los últimos años Ethiopian Airlines).