Boeing anunció hoy que terminó el ensamblaje final del primer Boeing 787-10 que recibirá Singapore Airlines, cliente de lanzamiento de la variante más grande de la familia Dreamliner.
El siguiente paso es la aplicación del esquema de pintura de la compañía, así como comenzar las pruebas de sus sistemas, abastecimiento de combustible y encendido de motores, todo previo a la entrega pactada dentro del primer semestre del 2018.
Singapore Airlines tiene pedidas 30 aeronaves 787-10, las cuales planea usar en rutas de mediano alcance. En febrero firmó una carta de intención para comprar otras 19 adicionales.
Con 68,27 metros de longitud, el 787-10 es 5,20 metros más largo que su predecesor, el 787-9, permitiendo llevar hasta 330 pasajeros en una configuración tradicional de dos clases pero que con una separación mínima de asientos en clase única puede llegar hasta 440. Tiene 194 metros cúbicos de capacidad de carga paga, 24% más que el 787-9. Esas prestaciones las tiene sacrificando alcance, el cual llega a 11.910 kilómetros, el menor de la familia. Por eso el 787-10 es ideal para mercados de mucha demanda y Boeing lo llama “la máquina de eficiencia”. Será competencia directa del A350-900 como reemplazo para el 777-200, el A330-200 y el A340-600.
Al 31 de agosto el 787-10 acumulaba un total de 177 pedidos, representando el 14% del total de pedidos de la familia.