Finalmente todo parece indicar que el sentido común volvió a primar (al menos una mínima parte de él), porque el gobierno de los Estados Unidos anunció esta semana que ha levantado la prohibición de transportar dispositivos electrónicos más grandes que un smartphone de las cabinas de vuelos de Emirates, Etihad y Turkish, en un hecho que se bautizó como el Electronics Ban.
En el caso de la aerolínea con base en Abu Dhabi, la prohibición ya se había levantado el pasado domingo, mientras que hoy se conoció que también quedaban libres de ella los vuelos de Emirates y Turkish con destino a los Estados Unidos.
Dear Passengers, #WelcomeOnBoard to our US-bound flight. Please fasten your seatbelts and enjoy your own electronic devices. pic.twitter.com/WbcZwNPhrf
— Turkish Airlines (@TurkishAirlines) July 4, 2017
Effective immediately laptops & electronic devices can be taken onboard all Emirates flights from Dubai to the US https://t.co/ii805S5mkN pic.twitter.com/iU7WCFKSq1
— Emirates airline (@emirates) July 5, 2017
Todavía quedan afectados por la prohibición los vuelos provenientes de Egipto, Jordania, Kuwait, Marruecos y Arabia Saudita, aunque se estima que a medida que las autoridades aeroportuarias de esos países validen nuevas medidas de seguridad ante el gobierno de los Estados Unidos, éstas se irían levantando.
Originalmente los aeropuertos desde los cuales se prohibió volar hacia los Estados Unidos con dispositivos electrónicos de gran tamaño a bordo fueron: Queen Alia International, de Amán, Jordania; El Cairo, Egipto; Ataturk, Estambul, Turquía; Abulaziz, Yeda, Arabia Saudita; Kuwait International; Mohammed V, Casablanca, Marruecos; King Khalid, Riad, Arabia Saudita; Hamad International, Doha, Qatar; Dubai International y Abu Dhabi International, Emiratos Árabes Unidos, afectando vuelos de Emirates, Qatar Airways, Etihad Airways, Turkish Airlines, Kuwait Airways, Royal Air Maroc, Egyptair, Royal Jordanian y Saudi Arabian Airlines.
El Electronic Ban fue impuesto por la administración Trump en marzo de este año, y supuso un duro golpe para las principales aerolíneas del golfo Pérsico, para las cuales resulta clave el movimiento de pasajeros de negocios desde y hacia los Estados Unidos a través de sus respectivos hubs globales. El Reino Unido también implementó una medida similar, aunque excluyendo a Qatar y a los Emiratos Árabes Unidos.