Air China recortó de manera repentina sus vuelos entre Pekín y Pyongyang, capital de Corea del Norte, en el marco de una nueva escalada militar que este país mantiene con Estados Unidos.
La decisión fue dada a conocer por el canal de televisión estatal chino CCTV, y si bien en principio se dijo que la suspensión de los vuelos sería total, la compañía aclaró mas tarde que sólo se reajustaría la frecuencia debido a la baja demanda, algo que no ha convencido a muchos analistas internacionales, quienes ven en esta medida un intento de China para presionar a Corea del Norte a bajar la tensión con Estados Unidos. El gigante asiático es el principal aliado de Corea del Norte, pero no de manera incondicional.
Air China operaba desde 2008 tres vuelos semanales los lunes, miércoles y viernes entre ambas capitales, pero los vuelos sufrían cancelaciones con bastante frecuencia debido a problemas que no eran explicados, según comentó CCTV.
Además de Air China, la única compañía que opera vuelos regulares en Pyonyang es Air Koryo, la aerolínea estatal norcoreana, un fiel reflejo del aislamiento internacional en el cual se encuentra Corea del Norte desde hace décadas. Sus destinos son Pekín, Shanghai, Vladivostok, Dandong y Shenyang. La flota de Air Koryo está compuesta en su totalidad por aeronaves de origen ruso dado el embargo que existe para acceder a tecnología occidental.
El aeropuerto internacional Kim Jong-Il, también conocido como Sunan, vio renovada sus instalaciones entre 2015 y 2016 con la apertura de dos nuevas terminales, una para vuelos internacionales y otra para vuelos domésticos, que en conjunto tienen 10 mil metros cuadrados. Con un diseño moderno y bastante occidental, los nuevos edificios han sido un gran avance, aunque muchos reportes indican que, como mucho en ese país, las instalaciones están en desuso y sólo son pura estética, algo bastante creíble considerando lo restricto que es el turismo.
En este video pueden ver un recorrido por su terminal internacional:
Hay un rumor que dice que cuando el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, realizó una visita de inspección a las obras en 2014 junto al encargado del departamento estatal que las llevaba adelante, se mostró muy disconforme con el diseño y luego el funcionario «desapareció» por casi un año, por lo que muchos pensaron que fue ejecutado. Aparentemente después apareció vivo trabajando en una granja colectiva a modo de castigo.