Turkish Airlines informó que durante 2016 recibió 40.552 tripulantes en su propio centro de entrenamiento, el Flight Training Center situado cerca del Aeropuerto Internacional Atatürk, en Estambul.
El espacio cuenta con más de 15.600 metros cuadrados en los que se encuentran 10 simuladores que representan a cada modelo de avión que opera la compañía. Allí, los pilotos vivencian todo tipo de situaciones que van desde el check-in de los pasajeros, hasta prácticas de servicio a bordo y maniobras para realizar un aterrizaje forzoso en caso de emergencia o condiciones climáticas desfavorables.
Turkish Airlines posee pilotos de 55 nacionalidades diferentes, entre argentinos, alemanes, italianos turcos y españoles, quienes se entrenan en el FTC de acuerdo a las Normas Internacionales de Aviación Civil.
«Gracias a la rigurosa preparación a la hora de volar, todos los tripulantes están capacitados para poder afrontar cualquier tipo de situación que pueda presentarse durante un vuelo, ya que nada puede perderse de vista al tratarse de seguridad», remarcó la aerolínea en el comunicado.
Cada año los pilotos tienen que pasar un examen final y pruebas en los simuladores, donde son evaluados por un examinador de Turkish Airlines. Además, cada dos años deben realizar un examen DGR (Dangerous Good Regulations), sobre normas de peligrosidad, y para mantener a la tripulación actualizada con las últimas innovaciones. Además, deben regresar al menos dos veces al año para realizar un entrenamiento y dos demostraciones. También, cada piloto de la tripulación debe volar cuatro sesiones (de veinte horas cada una) dentro del simulador cada año para mantener el nivel de profesionalidad.
«Turkish Airlines considera que la seguridad de los pasajeros es su prioridad máxima para que todos puedan disfrutar de un viaje lleno de placeres, es por eso que la aerolínea mantiene a los miembros de la tripulación constantemente entrenados», agregaron.